El sector aprieta el ace­le­rador en pleno ve­rano con la de­manda dis­pa­rada

La banca traslada al crédito las rebajas de tipos que vienen

Las en­ti­dades fi­nan­cieras ajustan al má­ximo el precio de los prés­tamos para vender más

Créditos.
Créditos.

Cuando se junta el hambre con las ganas de co­mer, pueden ocu­rrir cosas tan pa­ra­dó­jicas como que la banca re­gistre su mejor mes del año en con­ce­sión de cré­dito en plena ca­ní­cula. Las nuevas ope­ra­ciones han su­pe­rado los 46.000 mi­llones de euros en el mes de ju­lio, que deja ci­fras no vistas en mucho tiempo tanto en hi­po­tecas como en cré­dito al con­sumo y a em­pre­sas. Las ci­fras son es­pec­ta­cu­lares .

“Sabíamos que el verano iba a ser bueno, pero no podíamos imaginar que tanto. En julio hemos batido nuestro récord de concesión de hipotecas, y agosto ha sido muy bueno también. La demanda está disparada porque hay muchas familias dispuestas a comprar vivienda que hace un mes no se podía ni plantear esta posibilidad porque el precio de los préstamos era inalcanzable para ellas”, señalan desde una entidad mediana.

La banca concedió 6.600 millones de euros en nuevas hipotecas en julio, casi 900 millones de euros más que abril, que hasta ahora era el mes más activo en nuevas operaciones en 2024. El ritmo de concesión vuelve a niveles muy similares a los de los años 2021 y 2022, cuando se registraron las cifras de actividad más altas de la última década. Por lo tanto, está quedando atrás el pequeño bache del año pasado, cuando la contratación superó ligeramente los 56.000 millones.

Negocio clave para la banca

El negocio hipotecario es clave para la banca, entre otras cosas porque permite captar nuevos clientes durante largos períodos de tiempo que pueden alcanzar los 35 ó los 40 años. Pero si hay una modalidad en la que el sector está poniendo toda la carne en el asador es en la de préstamos al consumo. En julio concedió 3.438 millones de euros, también el montante mensual más alto de 2024.

Como la morosidad sigue muy contenida, la banca sigue acelerando en el segmento de crédito que más riesgo de impago tiene, pero en el que, con mucha diferencia, más rendimientos se obtienen. El tipo medio de las nuevas operaciones en consumo se situó en julio en el 7,63%. Es decir, más del doble del tipo medio aplicado a las hipotecas y casi tres puntos por encima del 4,67% al que financian los bancos a las empresas.

En cualquier caso, los tipos en cada uno de los tres apartados aplicados en julio son los más bajos del año. Dicho de otra forma, los bancos están trasladando la rebaja de los tipos de interés en marcha en la zona euro (habrá un segundo recorte de 25 puntos básicos en la reunión del Banco Central Europeo del 12 de septiembre) al precio de los préstamos. Una medida que está surtiendo un efecto inmediato en la contratación.

Guerra de precios

“Ninguna entidad se quiere quedar fuera de la carrera. Hay guerra de precios tanto en hipotecas como en consumo y empresas, en un momento en el que la banca española está muy saneada y puede hacer grandes esfuerzos en tipos de interés. La batalla va a continuar en lo que resta del año, porque las entidades tienen objetivos de contratación muy ambiciosos que intentarán conseguir a toda costa”, señalan fuentes del sector.

Tras un verano explosivo, la banca se prepara por lo tanto para una nueva gran ofensiva en este último tramo del año. A la fuerte demanda de crédito a tipos cada vez más asequibles se une el interés de la banca por engordar unas cifras de crédito que en 2023 se quedaron por debajo de las previsiones de varias entidades. Con hambre en los bancos y en los consumidores, las cifras tienen vía libre para seguir creciendo.

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