El sector prevé un fuerte au­mento de la ac­ti­vidad a doce meses vista

La gran ofensiva del capital riesgo espera la luz verde de los bancos centrales

Los fondos es­peran me­jores con­di­ciones de fi­nan­cia­ción hasta fin de año

Banco Central Europeo (BCE).
Banco Central Europeo (BCE).

Las ges­toras de pri­vate equity na­cio­nales e in­ter­na­cio­nales afilan el cu­chi­llo. La pró­xima ba­jada de los tipos de in­terés tanto en Europa (25 puntos bá­sicos el día 12) y Estados Unidos (quién sabe si 50 puntos bá­sicos el 18) este mes de sep­tiembre serán claves en el pro­ceso. Pero lo que real­mente im­porta es que ahora las ex­pec­ta­tivas de re­bajas del precio del di­nero más rá­pidas y pro­fundas a uno y otro lado del Atlántico están cre­ciendo.

Y eso significa un nuevo escenario para el capital riesgo, que ha vivido muchos trimestres bajo el yugo de los tipos de interés altos y, por tanto, de unas condiciones de financiación que han mermado significativamente sus ratios de rentabilidad potenciales. Una situación que ha influido directamente en la actividad: tras el desplome del 35% de 2023 -el peor de los últimos cinco años- el volumen de inversión empieza a estabilizarse.

“Hemos pasado una larga travesía por el desierto. No se puede hablar de franca recuperación, pero sí de una vuelta a la normalidad. Estamos viendo como la financiación empieza a ser más laxa, y cómo se reactivan operaciones en las que no salían los números. El tamaño de la reacción dependerá del ritmo de caída de los tipos de interés desde el actual 4,25%”, señalan fuentes del sector.

La euforia se ha desatado desde que se conoció el último dato de salarios negociados en la zona, una de las cifras clave que maneja el Banco Central Europeo (BCE) en la batalla contra la inflación. La moderación muy inesperada del dato (al menor ritmo de crecimiento desde 2022) ha sido el pistoletazo de salida para un cambio de mentalidad en el sector, en el que se baraja un fuerte crecimiento de la actividad a 12 meses vista.

Recorte de tipos en septiembre

Si el BCE va a recorte por reunión hasta que acabe 2024 y acerca los tipos al 3%, el tramo final del año y el primer trimestre de 2025 pueden ser de alto voltaje. Algunas grandes operaciones se están gestando en estos momentos y se unirán a las importantes que se acaba de cerrar. Carlyle ha entrado en la consultora tecnológica Seidor con la compra del 60%. Una operación valorada en alrededor de 1.000 millones de euros que marca el punto de partida de una nueva etapa.

“La ventana de oportunidad se va a abrir de par en par en el mercado español, donde ya se ha visto una gran operación como la adquisición de Idealista por Cinven por 2.900 millones de euros. Hay mucha liquidez en el mercado, porque a pesar de que la recaudación de dinero nuevo por parte de los fondos de capital riesgo ha caído casi un 50% a nivel mundial en 2024, hay mucha liquidez acumulada de los últimos años”, señalan fuentes del sector.

Con las operaciones de fusiones y adquisiciones creciendo alrededor de un 25% a nivel global este año, todo hace indicar que el capital riesgo empieza a disfrutar del viento de cola. Con tipos más bajos y más capacidad de apalancamiento, los fondos de 'private equity' podrán asumir las valoraciones que hoy por hoy frenan decenas de operaciones. Y también será más fácil vender participadas en un escenario más proclive para el riesgo.

Si se reactivan las salidas a bolsa, el sector tendrá una vía más -cerrada a cal y canto en los últimos años- para enajenar algunas de sus participaciones más maduras. En esa línea va la nueva intentona de Tendam, dueña de cadenas como Cortefiel o Springfield y participada por CVC y Pai, que quieren maximizar el precio de salida ahora. El capital riesgo se prepara para disfrutar el nuevo escenario tras años de penurias.

Artículos relacionados