Según la última Memoria de la Agencia Tributaria, si se suma al 18,89% que procede de las rentas del capital, resulta que el movimiento del dinero y del patrimonio proporciona a las rentas más altas más de la mitad de sus ingresos anuales. Y todo ello con unos sueldos que no son precisamente bajos y que rondan de media los 200.000 euros.
Pongamos por ejemplo una persona que gane un millón de euros al año. Según los datos de Agencia Tributaria, de ese millón de euros, 370.4440 euros procederían de ganancias patrimoniales, 300.000 euros serían rentas del trabajo, 189.000 euros alcanzarían las rentas del capital y 106.500 euros provendrían de actividades económicas. Y eso sin contar los activos que poseen a través de sociedades.
Rentas inmobiliarias, capítulo aparte
Según el Ministerio de Hacienda hay cerca de tres millones de contribuyentes que declaran ingresos del capital inmobiliario. Desde 2008 -con la excepción del año de la pandemia- el peso relativo de esta fuente de renta no ha dejado de crecer. En 2008 representaban el 7,8% y en 2021 alcanzaban ya el 13,2%, según los datos de la última Memoria de la Administración Tributaria. Nadie pone en duda que, con el incremento de los alquileres, el peso de las rentas inmobiliarias habrá crecido aún más.
Aumenta la desigualdad entre españoles
El reparto de la riqueza es más desigual en España y son los más ricos los que más incrementan sus patrimonios. Así, el 10% más rico de la población en todo el país concentra más de la mitad de la riqueza, mientras que el 50% de los hogares más pobres apenas llega al 8%. Son datos del informe sobre desigualdad de Oxfam de este año.
En España, la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social AROPE (por sus siglas en inglés At Risk Of Poverty or Exclusion) se ha incrementado en el último año y alcanza ya al 26,5% de la población, unos 12,7 millones de personas, 400.000 nuevas personas en un año están en riesgo de pobreza o exclusión.
Alrededor de 9,7 millones de personas viven en pobreza, con ingresos inferiores a 10.989 euros anuales por unidad de consumo (916 euros al mes). La carencia material y social severa se incrementa notablemente y afecta a 4,3 millones de personas residentes en España, el 9% de la población.