La tecnológica que preside Marc Murtra mantiene en máximos históricos su cartera de pedidos y se espera que este ritmo mejore al amparo del objetivo de la Unión Europea de promover la independencia tecnológica en Defensa (Indra obtiene el 70% de sus ventas en Europa) y reforzar su industria, que se une al compromiso de los países miembros de la OTAN de aumentar sus inversiones en este área.
Por ello, dado que el negocio marcha según lo previsto, toca afrontar las grandes operaciones de compra venta con las que Indra prevé configurar su nuevo mapa de actividades y filiales.
Indra, por volumen de actividad y situación financiera se vislumbra como el aglutinador del polo de la industria de Defensa español. Aunque las prioridades del equipo de José Vicente de los Mozos (consejero delegado) pasan, primero, por desarrollar adecuadamente su nueva división de Espacio, integrada en su Área de Defensa en la que prevén alcanzar los mil millones de euros de ingresos en 2030. De momento, tras adquirir la filial de Elecnor en este negocio, Deimos, la actividad de Espacio de Indra alcanza ya los 200 millones de euros.
De forma que, para alcanzar el objetivo de los mill millones previsto, hay que dar un salto cuantitativo importante como es la compra de Hispasat. La filial de Redeia aportará 400 millones de ingresos anuales. De forma que el objetivo a 2030 se lograría con crecimiento orgánico, a falta de otras oportunidades.
La clave está en que Indra decida si opta por la compra de Hispasat completa, o en su filial Idesa, enfocada en defensa, seguridad, inteligencia y asuntos exteriores. Los expertos valoran esta compañía en torno a los 200 millones de euros; lo que supone un esfuerzo muy inferior a los 1.300 millones de valor contable de Hispasat cuya principal actividad es la difusión de TV y soluciones de banda ancha y conectividad a Internet.
Integrar Hispasat en un foco industrial de Defensa puede suponer un valor de seguridad añadido aunque, aparentemente, adquirir la totalidad de la empresa pueda bno tener tanto interés estratégico para Indra. La cuestión definitiva será la inversión que la compañía deba realizar.
La significativa participación de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) tanto en Redeia (7,4%) como directamente en Hispasat (20%); hace temer que el grupo público, titular del 25,159% de Indra, pueda presiona para que el precio por Hispasat supere esos 1.300 millones de valor en libros de la operadora de satélites para, de este modo, evitar conflictos con los inversores privados de Redeia. Un precio elevado si se le compara con los mil millones de euros en que los analistas cifran el montante de la operación.
El atractivo de Minsait
La misma estrategia de Indra pasa por la desinversión -aún sin definir si mayoritaria o minoritaria- de su filial tecnológica, Minsait. La operación, largamente acariciada or la compañía presidida por Marc Murtra, parece haber atraído a grandes inversores internacionales como CVC, Apax Partners, Cinven, Citi, AZCapital o Bain Capital.
Las valoraciones de Minsait se sitúan entre los 1.800 y los 2.000 millones de euros; lo que supone u. Valor de empresa equivalente a entre nueve y diez veces el beneficio antes de Intereses e Impuestos (Ebit).
El precio final dependerá de si Indra vende la división de pagos por separado o Minsait entera ya que solo la división de pagos se valora entre 500 y 600 millones de euros (15 veces el EBIT). Un “múltiplo superior al que obtendría por el conjunto de Minsait y similar al que obtuvo elBanco de Sabadell por la venta de su negocio de pagos a Nexi, según Julián Pérez. Este analista de CIMD Research destaca que “esta venta permitiría cristalizar el valor de la división de defensa, de márgenes mucho mayores, así como cotizar a múltiplos más altos en línea con los del sector”.
Penalizada en Bolsa
La tecnológica que preside Marc Murtra cumple los objetivos anunciados (gana 114 millones hasta junio, el 27% más) y revisa al alza sus previsiones. Sin embargo ha perdido el 12% en Bolsa desde finales de julio. Para Julián Pérez, “la incertidumbre acerca de las condiciones en las que se producirán las operaciones de fusiones y adquisiciones que van a tener que llevar a cabo les podría estar pasando factura”.
La compra de Hispasat (o de su filial de Defensa) es la que más parece pesar en el mercado hasta el punto de que los analistas de CIMD consideran que “hasta que no se resuelva la incertidumbre acerca de esta operación, pensamos que la cotización de Indra seguirá castigada y cotizando con descuento”.
Y eso, a pesar de que, la compañía española ya cotiza con fuertes descuentos frente a sus empresas comparables en el sector defensa, subrayado por “operar como un conglomerado, sin centrarse en un sector en concreto” y su menor tamaño frente a algunos de sus rivales europeos.
Tras cerrar ayer a 16,6 euros por acción (subió el 0,85%), Indra cotiza actualmente a 5,5. Veces su beneficio bruto de explotación (Ebitda). Una ratio sensiblemente inferior a las 8,3 veces en que cotiza la italiana Leonardo; las 12,7 veces de las alemanas Rheinmetall y Hensold (con un multiplicador de 11,3) o las cotizaciones de las francesas Thales (11,4 veces) y Dassault Aviation (11,7 veces el Ebitda).
Para CIMD, el precio objetivo de Infra se sitúa en 22 euros por acción; lo que “implica unos múltiplos de 7,5 veces el EBITDA estimado para 2024, en línea con sus históricos, pero por debajo de la media del sector defensa”.