La emisión de bonos senior cerrada este lunes servirá, según la propia empresa, para financiar su expansión en el Reino Unido donde ha comprado el 88% la distribuidora eléctrica inglesa ENW valorada en 5.000 millones de euros.
Aunque, si a la emisión de bonos senior se le suma la mayor línea de crédito de toda su historia suscrita a finales de 2023 (5.300 millones), los fondos externos captados por Iberdrola superan los 11.245 millones de euros. Una cantidad que representa casi el 25% de su endeudamiento total y que, al socaire de la baja de tipos en Europa y Estados Unidos, permite a la eléctrica vasca refinanciar su apalancamiento y equilibrar paulatinamente su vencimiento. Algo esencial para financiar el ambicioso plan de inversiones de 41.000 millones de euros hasta 2026.
Si hasta mediados de año, Iberdrola había basculado hacia el corto plazo su apalancamiento, esta emisión de bonos senior tiene un vencimiento medio de 7,3 años, con un coste inferior al inferior al 3,12%.
Iberdrola ha colocado en tres tramos esta nueva emisión e bonos senior. El primero, por 650 millones de euros tiene un vencimiento de tres años y medio, con una rentabilidad del 2,625%; el segundo -750 millones- vencen en siete años, al 3% y el tercero -750 millones- tiene una duración de once años y su cupón se paga al 3,375%. Los fondos irán destinados a financiar el crecimiento en el Reino Unido, país clave en la estrategia del grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán, donde en agosto pasado adquirió el 88% de la distribuidora eléctrica ENW valorada en 5.000 millones de euros incluida su deuda.
Una operación al mes
Aunque este Bono Senior tiene un objetivo finalista -la compra de la británica ENW- la mayor parte de las otras siete operaciones de mercado realizadas en lo que va de ejercicio permiten a la compañía vasca refinanciar su endeudamiento.
El equipo de Galán es consciente del atractivo que su actividad y el hecho de ser líder mundial en energías renovables tiene para los mercados financieros. Tanto es así que la oferta de la empresa ha recibido una sobredemanda de 3,4 veces hasta situarse en los 7.400 millones. Con ese nivel de aceptación de su ‘papel’, Iberdrola lleva un año intenso en el recurso a los mercados para remodelar su balanza de deuda.
El equipo financiero de Iberdrola lleva un año de récor con la firma de prácticamente una operación al mes entre emisiones y créditos.
En la emisión de bonos senior de este mes de septiembre han participado el BBVA, BNP Paribas, Crédit Agricole, Mizuho, el Banco Sabadell, Barclays, CaixaBank, DBS, Banca IMI, ING, Morgan Stanley, MUFG, NatWest, Rabobank, RBC y el Banco Santander.
En enero de este año, Iberdrola emitió un bono Bono Híbrido por 700 millones de euros; en junio colocó un Bono Verde en el mercado suizo por 335 millones de francos (355,87 millones de euros al cambio actual); en julio, colocó un Bono Senior por 750 millones y, en agosto, su cabecera estadounidense, Avangrid, captó otros 472,28 millones de euros (525 millones de dólares) a través de un Bono Verde.
Por el lado del endeudamiento bancario, la eléctrica vasca firmó en marzo un préstamo verde de 700 millones de euros con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para la expansión de redes eléctricas en España. En agosto, Iberdrola, suscribió con el Instituto de Crédito Oficial (ICO), el Banco Sabadell y el HSBC un préstamo sindicado verde por 500 millones de euros que incluía la cobertura de Cesce. El préstamo, a quince años, iba dirigido según la compañía, a "reforzar la diversificación de las fuentes de financiación”.
Las ventajas de la liquidez
Con todas estas operaciones, Iberdrola ha captado un total de 5.945 millones de euros; aunque si se incluye la mayor línea de crédito firmada por la empresa (5.300 millones de euros), en diciembre de 2023, la cifra alcanza los 11.245 millones de euros equivalentes al 25% de su deuda total.
Esta macro-línea de crédito firmada con un sindicato de 33 bancos internacionales la energética se aseguraba la liquidez del presente ejercicio a la que sacará un claro beneficio en la toma del control de su filial estadounidense Avangrid.
La compañía que preside Ignacio Galán pagará en efectivo y de su propia caja, la compra del 18,5% que le falta (OPA de por medio) por controlar de Avangrid para absorberla tras su fusión con la instrumental Arizona Merger.
La operación ha recibido la práctica totalidad de las autorizaciones oficiales y deberá ser aprobada por la junta general que se celebrará el próximo día 26.
Ante la asamblea, Avangrid ha insistido en el mensaje a sus accionistas minoritarios en las ventajas que les supone acudir a la oferta pública de adquisición (OPA) dada la prima del 11,4% sobre el último día de negociación antes del anuncio del proyecto y del 15,2% sobre el precio promedio ponderado.
En caso de que Iberdrola no consiga su objetivo será la propia Avangrid la que deba hacer frente a la financiación de esas inversiones mediante ampliaciones de capital (dilutivas del valor de los títulos) y el recorte de dividendos.