Tras la venta de su negocio en Austria el pasado mes de agosto, la acción ha experimentado una revalorización superior al 8% que le ha permitido volver a terreno positivo en el global del año. Una operación que sirve al grupo de telecomunicaciones para avanzar también en otros dos de sus objetivos, la mejora del balance y la retribución a los inversores.
Este giro estratégico sumado a las expectativas de un ciclo bajista de los tipos de interés en los próximos meses estaría sirviendo de acicate a los inversores para volver a tomar posiciones en la compañía tras el duro proceso de ajuste sufrido desde la pandemia.
Precisamente su atractiva valoración y la rotación de activos que se empieza a observar en el mercado desde el sector tecnológico hacia otro grupo de compañías con alto potencial serían otros dos grandes factores que estarían jugando a su favor, según los expertos.
En este sentido, recuerdan que, tras conformar un sólido soporte sobre la cota de los 30 euros en los últimos meses, la acción ha iniciado un intenso movimiento de recuperación al alza que ahora afronta el reto de superar los 39 euros, una seria barrera que de superar despejaría de forma notable su perfil al alza.