Una realidad que se refleja en un informe del Ministerio de Transición Ecológica, que señala que la comunidad autónoma vasca apenas cuenta con 6,6 megavatios por hectárea en lo que respecta a energía renovable; una cifra muy inferior junto a la capital española o Cantabria (2,9 MV)… y mucho más lejos si lo comparamos con Galicia (26,6).
En definitiva, el informe sugiere que las empresas con mayor implantación no priorizan sus inversiones en materia de lucha contra la contaminación.
Precisamente, la comunidad gallega supone el 21,8% de la capacidad de producción total de España, mientras que en Euskadi tan solo es del 1%. En su misma senda positiva (con agravio comparativo a otras comunidades) se encuentra Castilla y León, que es el segundo territorio en capacidad instalada de energías renovables por hectárea, la que produce una mayor cuantía de energía renovable en términos absolutos.
Una capacidad renovable de estas dos comunidades que contribuye al cumplimiento por parte del Estado de sus compromisos de transición energética.
En lo que respecta a energía eólica, la situación se agrava aún más en Euskadi ya que mientras en Galicia se encuentra el 12,6% del total instalado en España, en Euskadi apenas es del 0,6%. Porcentajes que sitúan a la comunidad, junto a Madrid (0%), como los territorios más emisores de CO2 de España. Porcentajes todos ellos que reflejan el duro trabajo que tiene el Gobierno Vasco por delante.
El impacto de Iberdrola
Datos de capacidad de generación de energía renovable que, sin embargo, no se trasladan de igual manera visto el impacto socioeconómico (en forma de inversiones, salarios, aportes tributarios y pagos a proveedores) de una empresa como por ejemplo Iberdrola.
Este impacto se traduce en la comunidad madrileña en 5.000 millones de euros; muy por encima de los apenas 411 millones en Galicia (que el pasado año exportó el 42% de su producción eléctrica según este mismo informe).
En el caso de Euskadi, el impacto de esta empresa con sede en Bilbao fue de 3.500 millones de euros anuales (o lo que es lo mismo, el 3,7% del PIB vasco) con 279 megavatios de potencia de generación eléctrica.