"Los mercados esperan que en esta reunión se produzca el primero de una serie de recortes en los tipos de interés. Este cambio permitirá equilibrar de nuevo el ecosistema económico, siendo bastante probable que tenga efectos en el mercado de las criptomonedas", según afirma Javier García de la Torre, director de Binance España y Portugal. En su análisis, el experto examina la manera en la que estos cambios pueden llegar a influir en el mercado de los criptoactivos.
Mensaje duro de Lagarde
Respecto a los efectos de la reunión pasada del BCE, se trata de una noticia descontada por los mercados. Pero con lo que no se contaba era con el discurso duro de Christine Lagarde y las declaraciones posteriores de otros miembros de la institución.
Los números lo dicen todo. El pasado día 12, justo antes de la decisión del BCE, el Euríbor marcaba mínimos del año en tasa diaria en el 2,929%. Pero el viernes, tras la reunión, saltó al 2,948%, y hoy fijará cambio desde este mismo nivel después de dos jornadas de idas y venidas. Esta otra vez muy cerca del nivel del 3% por debajo del cual se situó el pasado 6 de septiembre por primera vez desde el mes de diciembre de 2022. Es evidente que las dudas crecen.
Nada preocupante de momento. Hay que tener en cuenta que el Euríbor viene de una serie de cinco caídas mensuales consecutivas y que, salvo sorpresa, la de septiembre será la sexta. Se puede hablar por lo tanto de una fase de consolidación necesaria. Pero esta evidencia no evita el debate sobre a qué velocidad puede seguir bajando el índice en las próximas semanas… si es que sigue bajando.
“Es muy difícil acertar a corto plazo. Hay una cierta sensación de decepción tras la reunión del BCE, ya que una parte muy significativa del mercado estaba apostando por otra rebaja del precio del dinero de 25 puntos básicos en octubre. Esta posibilidad es ahora mucho menor a la vista de las declaraciones de varios representantes del BCE con mucho peso”, señalan en fuentes financieras.
El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, ha sido muy prudente asegurando que la institución irá “partido a partido” y que no hay una hoja de ruta predeterminada sobre el cuánto y el cuándo de la baja de tipos. Pero más llamativas incluso son las declaraciones del economista jefe de la institución, Philip Lane, que asegura que el BCE debe ser prudente a la hora de flexibilizar la política monetaria, apostando por lo que ha denominado como “enfoque gradual”.
El mercado ha interpretado que el BCE es más proclive a dejar pasar los meses de octubre y noviembre antes de tomar una decisión, que podría producirse en el mes de noviembre. Poco a poco va calando la sensación de que habrá que armarse de paciencia, con los ojos puestos también en lo que ocurra al otro lado del Atlántico tras la esperada rebaja de 50 puntos básicos de la Reserva Federal.
Por lo tanto, el riesgo ahora es que el euribor haya corrido demasiado a la baja, anticipando un escenario de bajadas de tipos mucho más agresivo que se puede plasmar hasta el final del 2024. Hay muchos expertos que creen que cerrar el año en el entorno del 3% (es decir, en los niveles actuales, ya que el tipo medio provisional del mes está exactamente en el 3%) ya sería un logro significativo, y que llegar al 2,5% a mediados de 2025 sería muy razonable.
La conclusión es que vienen meses de incertidumbre y, posiblemente de mucha volatilidad (como se ha visto en los dos últimos días) alrededor del índice hipotecario. Los bancos centrales han enfriado el mercado de forma muy significativa, y de momento el euribor se ha limitado a rebotar desde mínimos. Todo indica a que viene una época de consolidación más a o menos larga a la espera de que los indicadores macro den o no al BCE munición para seguir bajando tipos.