Eso supone un precio de 35,75 dólares por acción más el pago continuo de dividendos trimestrales regulares hasta el cierre de la operación. Una remuneración que representa una prima del 11,4 % sobre el último día de negociación antes del anuncio del proyecto y del 15,2% sobre el precio promedio ponderado de las acciones (21,12 dólares, 18,99 euros por acción al cambio actual)..
La compañía que preside Ignacio Galán, que actualmente controla el 81,6% de Avangrid, busca hacerse con la totalidad de las acciones de su filial por varias vías. Primero, mediante la compra de sus acciones a los minoritarios vía OPA y, por si hubiera alguien que opte por no acudir a la oferta pública, posteriormente la excluirá de Bolsa y la fusionará con una instrumental creada al efecto, Arizona Merger Sub. De forma que, de quedar algún accionista ‘suelto’ verá diluida su participación a cero.
Mientras se acerca el 26 de septiembre -fecha prevista para la junta general de accionistas de Avangrid que debe dar luz verde a la operación- la eléctrica estadounidense que dirige, como consejero delegado, Pedro Azaga ha hecho públicos los datos actualizados de la situación e la empresa que, en 2025, pondrá en marcha un potente plan de inversiones valorado en más de 32.000 millones de dólares (cerca de 28.000 millones de euros), que, en su mayor parte corresponden a inversiones reguladas (en red).
Ese esfuerzo inversor, tal como señala la propia eléctrica estadounidense en la documentación registrada ante la autoridad bursátil de EEUU, la Securities and Exchange Commission (SEC), solo tiene dos salidas financieras. La primera es la fusión y, con ella, será Iberdrola quien financie la totalidad del plan.En caso de que la propuesta “sea rechazada”, el consejo de Avangrid deberá “reconsiderar tanto su estrategia empresarial como sus planes de asignación de capital y presupuesto, reconociendo una parte significativa del capital”.
En ese caso, la eléctrica estadounidense ve dos opciones. "A corto plazo (a partir de 2025): [lanzar] emisiones de capital que son dilutivas para los accionistas actuales”; así como acompañar la financiación con “reducciones o eliminaciones de dividendos, y/o ajustes a la financiación de las necesidades de capital a corto plazo”.
A largo plazo, la financiación de este potente plan de inversiones conllevará ajustes “a través de reducciones de la inversión de capital”.
Aliados inesperados
A la propuesta de Iberdrola se han sumado dos de los mayores recomendares de voto ('proxys advisors' en la terminología financiera) internacionales, Institutional Shareholder Services (ISS) y Glass Lewis que recomiendan a los accionistas minoritarios de Avangrid el voto a favor de la fusión y la venta de sus acciones en la OPA.
La recomendación se basa en dos cuestiones: la prima que ofrece la oferta del grupo presidido por Ignacio Galán y el efecto que la financiación del plan de inversiones puede tener para los minoritarios una política de ampliaciones de capital y reducción del dividendo que diluiría tanto sus participaciones como la rentabilidad de sus acciones.
Los ‘proxy advisors’ destacan que la compañía enfrenta requisitos materiales de inversión de capital hasta 2030, muchos de los cuales están impulsados por mandato regulatorio y por tanto, son obligatorios. Además, valoran la delegación del consejo de administración de Avangrid a un Comité de Fusión formado por consejeros independientes para valorar la fusión en defensa de los intereses de los minoritarios que concluyó que las condiciones pospuestas por Iberdrola son justas para los accionistas de Avangrid.
El apoyo de estos recomendadores de voto es clave tras la reciente aprobación de la propia SEC y de las Comisiones de Servicios Públicos de Maine y Nueva York.
Para la eléctrica española, el objetivo oficial de la fusión es aumentar la exposición al negocio de redes en Estados Unidos "en un momento clave para Iberdrola, que quiere crecer en mercados con alta calificación crediticia y en negocios regulados como el de redes".
Avangrid cuenta con 44.000 millones de dólares (40.391 millones de euros) en activos y operaciones en 24 estados de Estados Unidos. A través de su negocio de redes, posee y opera ocho empresas de electricidad y gas natural, que prestan servicios a más de 3,3 millones de clientes en Nueva York y Nueva Inglaterra. Mientras en renovables cuenta con instalaciones en todo Estados Unidos.
En 2023, la compañía obtuvo un beneficio bruto de explotación (Ebitda) ajustado de 2.430 millones de dólares (2.230 millones de euros), frente a los 2.246 millones de dólares (2.061 millones de euros) del año anterior.
Los codiciados ‘data centers’
En paralelo, Iberdrola acaba de lanzar una nueva empresa, CPD4Green, para desarrollar el negocio de centros de datos ('data centers') y procesamiento para Inteligencia Artificial (IA) en España y otros países.Para el desarrollo de este nuevo negocio, la eléctrica española busca dar entrada a un socio financiero en esta nueva empresa cuyo objetivo es presentar un proyecto 'llave en mano' para los 'data center’ que incluye desde el terreno, al suministro de electricidad renovable, seguridad de suministro, conexión a la red y el contrato de energía 24x7.
La energética busca liderar este nicho de mercado capitalizando la demanda de estos centros. Este negocio está alineado con el plan estratégico de la compañía, que pretende impulsar la electrificación de la economía, a través de las redes, las renovables y el almacenamiento.
Iberdrola cuenta con una cartera potencial de 5 gigavatios (GW), de los cuales un 1 GW se encuentra en estado avanzado y más de 200 megavatios (MW) tiene ya con conexión asegurada en España, aunque no descarta en otros países.
El pasado mes de julio, con motivo de la presentación de los resultados del primer semestre del grupo, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ya confirmó que la energética había constituido una sociedad -CPD4Green- con el objetivo de explotar este negocio de los centros de datos y aprovechar así las oportunidades de un sector que será gran demandante de electricidad.
En concreto, Galán precisó que la iniciativa arrancaría en España, aunque también contaría con importantes oportunidades en otros países con presencia de la compañía, como Estados Unidos o Reino Unido.
Asimismo, apuntó que Iberdrola contaba ya con más de ocho teravatios hora (TWh) anuales firmados con grandes tecnológicas como Amazon, Meta o Microsoft en diferentes países y que el crecimiento de este negocio se mantendría en el futuro, ya que los centros de datos van a representar casi el 10% de la demanda de electricidad, multiplicando por tres sus niveles actuales.