JP Morgan y Goldman Sachs prevén re­duc­ciones en in­gresos de hasta un 10%

La banca de EEUU advierte sobre el impacto adverso en resultados del descenso de los tipos

La banca es­pañola se queda en tierra de nadie en bolsa a la es­pera del im­pacto de las de­ci­siones del BCE

Daniel Pinto, de JP Morgan Chase.
Daniel Pinto, de JP Morgan Chase.

Los ban­queros es­ta­dou­ni­denses están ha­ciendo un ejer­cicio de trans­pa­rencia pocas veces visto en tiempos de nor­ma­li­dad. Tanto Daniel Pinto, de JP Morgan Chase, como David Salomon, el gran jefe de Goldman Sachs, han ad­ver­tido al mer­cado de que los re­sul­tados que vienen no serán tan buenos como es­peran los ana­lis­tas. Todo un aviso a na­ve­gantes ante el primer re­corte de tipos del Banco Central Europeo este jue­ves, un tí­mido 0,25%, o el que se es­pera de la FED en la pró­xima reunión del 17-18 de sep­tiembre de su co­mité abierto.

Especialmente contundente ha sido Pinto, que ha dado por imposible el objetivo de conseguir el margen de intereses de 89.500 millones de dólares que estiman las firmas que siguen el valor. Ya ha anticipado que la cifra será menor, en lo que viene a ser pinchar el globo de los mercados. La acción de JP Morgan respondió el martes con una caída del 5% (llegó a ser superior al 7%, la mayor en cuatro años).

La sinceridad del primer ejecutivo de JP Morgan viene a alimentar el debate sobre hasta qué punto van a resistir en el tiempo los bancos el embate de tipos de interés más altos. “Hay una percepción de que tardará en trasladarse bastante tiempo, pero desde las entidades se están mandando mensajes claros que habrá impacto mucho antes de lo esperado”, asegura un reputado analista del sector financiero.

Ingresos reducidos en un 10%

Por ejemplo, Goldman Sachs ya ha advertido de que los ingresos podrían retroceder alrededor de un 10% en el tercer trimestre del año. Un retroceso de doble dígito que demuestra que no es oro todo lo que reluce en un sector que empieza a decir adiós a una época dorada de tipos de interés muy altos en que el se ha llenado el bolsillo a manos llenas. Pero ahora toca hacer un ejercicio de realismo.

Con tipos más bajos se resienten los márgenes, mientras algunas entidades estadounidenses especializadas en crédito al consumo advierten de que la morosidad está empezando a hacer mella en las cuentas. La situación no es alarmante, pero sí parece suficiente como para que los inversores tomen nota y recalculen sus escenarios de exposición y riesgo en un sector que enfrenta grandes retos.

Entre otro el de los gastos, sobre lo que también ha advertido JP Morgan. En Europa, un gigante como HSBC ya ha lanzado el mensaje de que está estudiando la posibilidad de integrar sus áreas de banca comercial y de banca de inversión. El objetivo no es otro que ahorrar costes, después de que los gastos del grupo se hayan incrementado un 3% en el segundo trimestre respecto al mismo periodo de 2023.

Un problema que viene de lejos y que afecta a toda la banca del viejo continente, incluida la española. Los bancos del Ibex, que se han pegado una buena fiesta en bolsa en lo que va de año con subidas que ahora se sitúan alrededor del 19%, han entrado en una fase de mayor tranquilidad en el parquet. Llevan todo el mes de septiembre moviéndose en una banda muy estrecha, sin fuerza para subir ni demasiadas ganas de bajar.

Han parado las máquinas justo antes de la reunión en la que este jueves el Banco Central Europeo (BCE) ha reducido los tipos de interés 25 puntos básicos y podría dar jugosas pistas sobre si repetirá el mismo movimiento en diciembre. El sector bancario europeo aguarda noticias con la vista puesta en sus competidores estadounidenses, que ya han lanzado el primer gran aviso para navegantes.

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