El grupo constructor, concesiones y de servicios está pasando la prueba del dividendo sin contratiempos. Como viene siendo una constante en las últimas semanas, la acción se mueve muy estable siempre alrededor de los 3,1 euros por acción. Está por lo tanto en plena fase de consolidación de las subidas de los últimos años: desde que cerró 2020, el valor ha duplicado su capitalización bursátil desde los 1.220 hasta los casi 2.400 millones de euros.
“Podríamos decir que el valor se está tomando un descanso en bolsa. Tocó máximos del año en primavera por encima de los 3,7 euros, y desde entonces se ha producido una corrección que se ha llevado el papel más nervioso. Quienes han querido realizar beneficios ya lo han hecho, y ahora Sacyr está en una fase mucho más tranquila en bolsa. Pero los fundamentales no han cambiado”, señala un veterano analista del sector.
Muy buenas recomendaciones
Por el contrario, el grupo se ha ganado una de las mejores recomendaciones del momento en el Ibex 35, sin consejos de venta (y un 95% de compra) y con un potencial alcista teórico en torno al 30%. Tras la caída desde máximos, el valor ha recuperado atractivo, y los expertos creen que sólo es cuestión de tiempo que vuelva a retomar la línea alcista. Con una valoración interesante, el grupo espera su momento en bolsa.
El mercado prevé sorpresas positivas por el lado del dividendo en un grupo que ha protagonizado un gran giro estratégico en los últimos años. Su último gran paso es la creación de una nueva filial de activos de concesiones, Voreantis, que está levantando grandes expectativas en el mercado. La nueva sociedad echará a andar a lo largo de 2025 y ya ha recibido el visto bueno de los analistas que siguen el valor.
Éstos creen que Voreantis -para la que Sacyr busca un socio minoritario, lo que le permitiría hacer caja- puede meter la sexta velocidad en el ciclo de inversión de la compañía, que se podría permitir optar a operaciones más grandes en el futuro. Algunos informes, como el emitido recientemente por Bank o America, aseguran que Voreantis está en disposición de desbloquear hasta 1.000 millones de euros de caja disponible.
El mercado aplaude por lo tanto los últimos movimientos estratégicos de la compañía, que afronta el reto de hacer realidad las expectativas crecientes de los analistas. Y, sobre todo, de convencer a los grandes fondos de que es la hora de volver a apostar por el valor en Bolsa. Lejos quedan los máximos anuales de mayo (desde entonces la acción ha corregido alrededor de un 15%),que deberían ser el próximo objetivo a medio plazo.