Eso, sin embargo, podría cambiar pronto, según algunos analistas técnicos. Tras los avances mostrados en agosto, su cotización ha pasado a tantea los niveles de resistencia sobre los 6,1 euros por acción donde puede conformar una estructura acumulativa que le puede llevar a superar y consolidar esta barrera en el corto plazo.
De conseguirlo, su perfil técnico experimentaría una notable mejora con una clara proyección hacia la parte alta del canal lateral sobre los 6,7 euros, su principal objetivo con vistas al final de año.
Para ello sería clave la confirmación en los próximos meses de la positiva marcha de las cuentas mostrada en la primera mitad del año. Período en el que obtuvo un beneficio de 86 millones de euros con una mejora del 125% respecto a junio de 2023.
Todo apunta a que así será ante las perspectivas de recortes de tipos tanto en Europa como en Estados Unidos que impulsarán su actividad de negocio. Sin embargo, la cotización de la compañía inmobiliaria sigue del orden de un 8% por debajo de su precio de principios de año y son muy pocos analistas fundamentales la ven, por ahora, capaz de mantener por encima de los 6 euros por acción recientemente recuperados.