En este sentido, esta semana se han admitido a negociación en las bolsas españolas un total de 214.416 títulos nuevos del grupo con un valor nominal de 0,6 euros. No es mucho, pero grano a grano se va haciendo granero después de unos resultados moderadamente buenos.
El grupo papelero ha cerrado el primer semestre con un beneficio de 10,3 millones de euros, un 3,6% por debajo de las ganancias contabilizadas a junio del año pasado. Unas cuentas que han dejado algunas sensaciones contradictorias.
Por un lado, la notable mejora de los precios de la celulosa con el incremento de la demanda y, por otro lado, los precios excepcionalmente bajos del precio de la energía que ha obligado a tener parada la planta de cogeneración durante más del 40% del tiempo entre enero y junio, provocando un fuerte impacto negativo.
Ambos factores, en cualquier caso, permiten ser optimistas con vistas al segundo semestre, tanto por la sostenibilidad de la demanda de celulosa como por una previsible recuperación de su planta energética con la aplicación de mejoras operativas y medidas de mayor flexibilidad.
En este contexto, la acción podría haber encontrado ya suelo sobre la cota de los 17,9 euros por acción, niveles de principios de año, lo cual ofrece señales de una nueva fase alcista con la mirada puesta en los 19,3 euros por acción como primer objetivo.