Aunque sus resultados del primer semestre han caído un 24%, hasta los 269 millones de euros, lo cierto, apuntan los analistas, es que este descenso en achacable en buena parte al incremento de las inversiones, un 19%, destinadas a la transición energética, lo que servirá para ir mejorando sus cuentas en el futuro.
El gestor de las redes eléctricas españolas cuenta con unos sólidos fundamentales, una rentabilidad por dividendo cercana la 5%, un PER de poco más de 14 veces y una alta capacidad de generación de caja, permite pensar que estaría cotizando con un descuento atractivo.
Máxime después del paso atrás después de toparse con la barrera de los 17,3 euros en su reciente proceso de rebote. Si consigue estabilizarse sobre la zona de los 15,6 euros en medio de la actual tormenta de los mercados cabría esperar una nueva fase alcista con el punto de mira fijado sobre los 17,5 euros.
En este sentido, los expertos consideran que supone una buena oportunidad de entrada con un nivel de riesgo moderadamente bajo.