Contracción en 2023 tanto de los flujos de emi­sión como de lle­gada de ca­pital

España, segundo inversor en Latinoamérica y origen del 52% de la IED total europea

Las em­presas ‘multilatinas’ re­ducen sus in­ver­siones en el ex­te­rior ante la crisis propia

José Manuel Salazar-Xirinachs, CEPAL.
José Manuel Salazar-Xirinachs, CEPAL.

Las grandes em­presas la­ti­noa­me­ri­canas ex­tre­maron su pru­dencia en 2023, año en el que la Inversión Extranjera Directa (IED) ori­gi­nada por los países de la re­gión cayó un 48,7%, a 39.564 mi­llones de dó­la­res, su menor nivel res­pecto al pro­medio de la úl­tima dé­cada. Este re­tro­ceso se pro­dujo des­pués de que, en 2022, las com­pañías in­vir­tieran en el ex­tran­jero un ré­cord de 77.188 mi­llo­nes.

Al mismo tiempo, Latam vio caer también la IED recibida desde el exterior (-9,9%). España fue en 2023 segundo inversor individual en la región (11% del total) y origen del 52% de la IED de la UE. Brasil y México vieron caer tanto la llegada como la emisión de capitales.

Según el último informe ‘La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 20240’ de Cepal,(https://www.cepal.org/es/publicaciones/ie) “todos los países cuyas inversiones destacaron en 2022 experimentaron una reducción de la IED en el exterior, en particular Uruguay (185%), que registró valores negativos, y México. Las inversiones de México en el exterior totalizaron 758 millones de dólares en 2023, con una caída del 96%, tras alcanzar 17.323 millones en 2022.

A su vez, Brasil redujo sus inversiones fuera a 28.252 millones, un 15% menos que en 2022. Con todo, las empresas brasileñas continúan siendo las principales inversoras latinoamericanas en el exterior, y representan el 71% del total, a pesar de la caída en 2023. Chile también redujo la emisión de IED, en un 52%, a 6.278 millones y en Colombia disminuyeron el 65%, a 1.175 millones. Por el contrario, en Argentina aumentaron el 47% las inversiones en el extranjero de 2.090 a 2.961 millones de dólares en 2023, un 47% más.

Menos captación de capital

A su vez, 2023 también fue mal año en recepción de inversión extranjera en la región, a la que llegaron por ese concepto 184.304 millones de dólares, cifra un 9,9% inferior a la registrada en 2022, pero que aún se mantiene por encima del promedio de la última década. Y el peso de la entrada de IED en el PIB de la región también bajó, al 2,8%. No obstante, la participación de Latam en el total mundial de flujos de IED, el 14%, fue mayor al porcentaje medio de la década de 2010 (11%), dice el informe, que indica que Latam afronta tres trampas de desarrollo: baja capacidad para crecer; alta desigualdad y baja movilidad social y escasas capacidades institucionales y gobernanza poco efectiva.

La disminución de los flujos de IED recibidos por Brasil (-14%) y México (-23%), los dos países con mayor participación en las entradas totales, explica en gran medida el resultado de la región. Con todo, ambos países suponen el 34,8% y el 16,4% del total de la llegada de inversiones al área, por delante de Argentina (13%); Chile (12%); Colombia (9%) y República Dominicana (4%).

En Sudamérica, Perú y Paraguay también registraron disminución pronunciada de la llegada de IED (-65% y -64%), al igual que Ecuador (-57%) y Uruguay (-105%). En Colombia, la inversión se contrajo el 0,2%, mientras que en Argentina y Chile experimentó un alza del 57% y del 19%, respectivamente. En Centroamérica y en el Caribe se recibieron más inversiones que en 2022 (12% y 28%, respectivamente), destacando el crecimiento en Costa Rica (28%), Honduras (33%) y República Dominicana (7%).

Baja capacidad para crecer

Según Cepal, “la inversión extranjera directa puede ayudar a enfrentar, en particular, la primera de las tres trampas de desarrollo en las que está sumida Latinoamérica: la trampa de la baja capacidad para crecer. Para ello se necesitan políticas de atracción de inversiones que coloquen el énfasis no solo en la atracción, sino también en lo que sucede tras el establecimiento, y conectar esas políticas con las de desarrollo productivo de los países”. La Cepal revisó levemente al alza recientemente la proyección de crecimiento económico para Latam en 2024, del 1,9% al 2,1%.

Desde el punto de vista sectorial, el 46% de la IED en 2023 se dirigió a servicios, aunque este sector recibió menos inversión que en 2022 (-24%). Las inversiones en manufacturas crecieron por segundo año (+9%), con alzas en Centroamérica, Colombia, México y Dominicana. Las entradas en el sector de recursos naturales también subieron (+16%), pese a la caída en Brasil.

Estados Unidos y la Unión Europea fueron los principales inversores en la región en 2023. El primero aportó el 33% del total, pese a reducir su IED en un 29,7%, y la segunda, el 22% (sin Países Bajos ni Luxemburgo), aunque elevó su inversión el 29,4%. Los principales destinos de la IED estadounidense fueron México (41%) y Brasil (33%).

El informe destaca que entre los países europeos, “sobresale España como un inversor destacado en Latam en 2023. Ese país fue el segundo inversor individual más grande del área (11% del total) y origen del 52% de las entradas marcadas como pertenecientes a la UE, con una participación notable en Brasil (que concentra el 38% del total de la inversión procedente de España), México (35%) y Colombia (15%)”. China redujo sus inversiones en Latinoamérica el año pasado y destinó el 50% a Brasil; un 19% a México y otro 19% a Colombia.

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