Forzada por el pago del di­vi­dendo en ac­ciones y la con­ver­sión de de­ri­vados

Galán aumenta un 12,3% la deuda de la matriz para reducir la global de Iberdrola

La deuda del grupo se man­tiene por en­cima de los 45.000 mi­llones mien­tras la ma­triz sube un 31% por de­ri­vados

alán tira de deuda y de dividendos.
Galán tira de deuda y de dividendos.

Pese el ace­lerón en be­ne­fi­cios re­gis­trado en el primer se­mestre (subieron el 64%), el pre­si­dente de Iberdrola, Ignacio Galán, ha de­ci­dido apretar el en­deu­da­miento de la ca­be­cera del grupo que au­menta el 12,32% en el primer se­mestre del año hasta los 17.399 mi­llones de euros (1.909 mi­llones más). Eso sí, fue para que la gi­gan­tesca deuda total del grupo -la mayor de una em­presa del Iex-35- per­ma­ne­ciera sin so­bre­sal­tos.

La eléctrica española, además, ha empezado a girar hacia el corto plazo en su exigible que, en términos interanuales, sube en 5,5 puntos porcentuales para representar ya el 37,9% de la deuda total. La perspectiva de bajadas de tipos está ahí, aunque el precio del dinero sigue en el 4,25% tras la última decisión del Banco Central Europeo (BCE).

El apalancamiento de la sociedad matriz representa casi la mitad del endeudamiento neto del grupo que, con 45.153 millones de euros en términos ajustados (45.235 millones netos), registra una baja interanual de 137 millones, apenas el 0,3% con respecto a la deuda mantenida en el mismo periodo del año pasado.

Según los [estados financieros de la primera mitad del ejercicio registrados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)(https://www.cnmv.es/webservices/verdocumento/ver?e=y8qsu0rAi7BGDX0uAQXN5IlVoeekjj0nC2jeM5ld9Bn1xVx9TYwe6nqlQTLZolJy), Iberdrola (matriz) mantiene una deuda a largo plazo de 10.801 millones de euros, el 3,27% más que en el mismo periodo del año pasado. Las deudas contraídas con la banca (253 millones) bajan en 74 millones, casi el 23% menos; aunque el apartado ‘otros’ crece el 4,15% para superar los 10.544 millones.

La energética vasca parece virar al corto plazo su política de financiación pese a que la bajada de tipos de interés es, de momento, solo una expectativa. El balance individual de Iberdrola refleja un endeudamiento a corto plazo, que aumenta el 31,14% en el primer semestre del año para situarse en los 6.598 millones de euros. Eso supone que el corto plazo representa ya el 37,9% de la deuda total al cierre de junio frente al 32,4% que suponía en junio de 2023. Los créditos bancarios suben el 13,59%, por encima de los 259 millones de euros; mientras el apartado ‘otros’ crecen más del 30% hasta los 6.132 millones y el apalancamiento en derivados más que se duplica (sube el 113,4%) hasta los 207 millones de euros.

El Grupo Iberdrola posee swaps (permutas) sobre más de 3,1 millones de acciones propias en los que paga a la entidad financiera el precio oficial del dinero (Euribor) a tres meses más el 0,49% y recibe los dividendos correspondientes a las acciones que cobre la entidad financiera durante la vida del contrato. Una vez cerro el contrato al vencimiento se compran las acciones al precio de ejercicio fijado en el contrato.

La cifra supone 3,8 millones de acciones menos que en el mismo periodo del año pasado; lo que explica también buena parte de la fuerte autocartera con la que la compañía ha cerrado la primera mitad el presente ejercicio. Según los estados financieros del primer semestre, Iberdrola tiene en su poder casi 206,8 millones de acciones propias, el 57,9% más que en el mismo periodo del año pasado. En términos de valor, la autocartera crece el 58,4% hasta superar los 2.321 millones de euros.

El capital de Iberdrola (4.773,1 millones de euros) está representado por 6.364,2 millones de acciones; por lo que la autocartera al cierre de junio ronda el 3,25%.

Además de derivados, la financiación del grupo muestra una reducción de 2,8 punto porcentuales en los préstamos bancarios, mientras suben en la misma proporción las obligaciones con banca multilateral y de desarrollo; fundamentalmente por el préstamo verde de 700 millones suscrito con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para el desarrollo de redes en España.El grupo mantiene el peso de los bonos en euros y dólares en torno al 20% cada uno del total de la deuda a junio; mientras baja casi a la mitad su exposición abonos en libras esterlinas y sube en 1,4 puntos la emisión de pagarés.

Con todo, la posición de liquidez del grupo se sitúa en 21.717 millones de euros incluidas las operaciones de financiación firmadas después del 30 de junio; es decir, la ampliación del plazo hasta 2029 de una línea de crédito sindicada por 2.500 millones y un bono verde de 750 millones con vencimiento en julio de 2024 y una rentabilidad para el suscriptor del 3,625%.

Inversiones y dividendos

Por su parte, el fuerte crecimiento de la deuda en la sociedad cabecera del grupo viene derivada de los compromisos de dividendo adquiridos y para hacer frente a los pagos del fuerte ritmo inversor desplegado en el semestre pueden. No en vano, la compañía ha comprometido con sus accionistas, distribuir 11.000 millones en tres años, equivalentes a 0,6 euros por acción.

En paralelo, Iberdrola mantiene un plan de inversiones, también a tres años, por valor de 41.000 millones de euros. Solo en el primer semestre de este año, la eléctrica ha invertido 5.276 millones, el 16% más.

Entre ellas, la toma de control de su filial estadounidense Avangrid, sobre la que ha anunciado la presentación de una oferta pública de adquisición (OPA) sobre el 18,5% que aun no controla, previa fusión con otra de sus filiales en ese mercado, para, posteriormente, excluirla de cotización. La nueva Avangrid, 100% Iberdrola retomará su objetivo de convertir a la eléctrica vasca en actor destacado en redes en ese país.

En Estados Unidos, precisamente, está uno de los grandes proyectos inversores de la eléctrica que preside Ignacio Galán. La construcción del mega parque eólico marino (off shore, en la jerga sectorial) 'New England Wind’ (Massachusetts) que contará con una pote ncia instalada de 2.000 megavatios (MW). El proyecto recibió la autorización federal del Departamento de Interior estadounidense a principios del pasado mes de abril.

En Europa, Iberdrola cuenta con el proyecto Baltic Eagle, con 476 MW de capacidad también con tecnología eólica marina. El proyecto está controlado por Iberdrola y Masdar, el grupo de energías renovables de Abu Dhabi que adquirió el 49% del parque valorado en 1.600 millones de euros.

La operación, inicialmente suscrita como un acuerdo de colaboración en eólica marina, se amplió posteriormente con una alianza estratégica para el desarrollo de proyectos conjuntos en también en hidrógeno tanto en Europa como en Estados Unidos. Según los términos del acuerdo anunciados, Iberdrola y Masdar invertirán 15.000 millones de euros en Estados Unidos, Alemania y Reino Unido.

A estos proyectos de desarrollo orgánico de la compañía, Galán puede añadir también la compra de la compañía británica Electricity North West (ENW) que gestiona la red eléctrica en el Noroeste del Reino Unido y que puede suponer la inversión de 4.000 millones de euros.

Iberdrola ha cerrado una primera mitad del año en récord, con un beneficio de 4.134 millones de euros que supone un alza del 64%. Descontado el efecto de la desinversión forzada en México (reportó 6.000 millones de euros), el crecimiento del beneficio recurrente fue del 18%, hasta los 2.969 millones. Las inversiones en el primer semestre de la compañía alcanzaron los 5.276 millones de euros, un 16% más, camino del récord de 12.000 millones de euros para el conjunto de 2024.

Demandas contra Avangrid

Por su parte, la cabecera estadounidense del grupo Iberdrola, Avangrid debe hacer frente a más de 200 millones de euros en reclamaciones de la ingeniería estadounidense Sterling y Wilson Solar Solutions (SWSS). La ingeniería había contratado la ingeniería, adquisición y construcción (EPC) de dos parques solares en Oregón.

Avangrid considera que SWSS ha incumplido varias de sus obligaciones en virtud de los respectivos contratos EPC, entre ellas defectos de construcción y falta de pago a varios subcontratistas. Por ello, la eléctricas estadounidense recurrió a cartas de crédito para ambas plantas. A lo que la ingeniería respondió con la solicitud del embargo de los dos proyectos por un valor próximo a los 105 millones de dólares (más de 97 millones de euros) para asegurarse el cobro de los trabajos. Tal como asegura Iberdrola en sus cuentas semestrales, Avangrid ha depositado fianzas sobre los embargos.

Posteriormente, SWSS solicitó la ejecución hipotecaria y ha añadido reclamaciones por 111,8 millones de dólares (casi 104 millones de euros) por incumplimiento de contrato. Además, SWSS ha interpuesto una demanda contra la promotora de uno de los parques, ante un tribunal del Estado de Nueva York, en la que añade otros 59,9 millones de dólares (unos 55,4 millones de euros) por daños y perjuicios.

Desarrollo de activos aparte, la cabecera estadounidense de Iberdrola tiene que hacer frente también a la reclamación judicial por Nike de 31millones de dólares (28,6 millones de euros) más intereses. La fabricante de material deportivo tiene suscrito un contrato de suministro a largo plazo (PPA) con Avangrid..

Nike ha planteado una reclamación frente a las facturas del suministro eléctrico de marzo y abril de 2021, afectado por una tormenta de Texas. Al no haberse llegado a un acuerdo, Nike interpuso en junio del año pasado una demanda ante los Tribunales de Oregón en la que reclama a Avangrid Renovables 31 millones de dólares. La eléctrica sociedad se ha opuesto a la demanda al considerar que la reclamación no está fundada.

Hay que considerar que en los seis primeros meses de este año, el grupo Iberdrola ha desembolsado 51 millones de euros en litigios (dos millones de euros en el mismo periodo de 2023).

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