El indicador llegó a bajar el martes en tipo diario hasta un nuevo mínimo anual del 3,09%, antes de repuntar ayer hasta el 3,11%. Y la media mensual se sitúa en el 3,17%, en los niveles más bajos desde diciembre de 2022. Un descenso muy rápido y pronunciado que, para variar, ha cogido con el pie cambiado a los muchos expertos que esperaban un verano relativamente tranquilo.
Pero una vez más el euribor ha hecho saltar por los aires las previsiones con una caída de larguísimo alcance a poco más de dos semanas de la reunión del Banco Central Europeo (BCE) del 12 de septiembre. Quienes veían el Euríbor en la horquilla del 3,3% en el final del verano ven como las previsiones para final de año de un índice alrededor del 3% se han adelantado mucho en el tiempo.
“Todo ha ido demasiado rápido. El Euríbor necesita una fase de consolidación antes de romper a la baja el nivel del 3%. Para que lo hiciera antes sería necesario que el BCE, y por extensión la Reserva Federal, manden un mensaje claro el que viene de que van a acelerar el proceso de bajadas de los tipos de interés. Y esta opción es muy dudosa en el actual escenario económico”, señalan fuentes financieras.
Se abre un nuevo escenario
Pero más allá de la potencial caída adicional del Euríbor, la que ya acumula el índice es más que suficiente para abrir un nuevo escenario a todos los actores del mercado hipotecario. Desde los bancos se espera un fuerte aumento de la demanda de crédito en cuanto acabe el verano, porque muchas familias no quieren dejar pasar la oportunidad de hipotecarse con el euribor en plena caída.
“Vamos a ver un aumento de las hipotecas a tipo variable. Las familias más jóvenes y con mayor potencial para mejorar sus ingresos en el futuro pueden ir apostando poco a poco por esta modalidad, que lleva mucho tiempo en el olvido. Además, siempre tienen la opción de cambiar su préstamo a tipo fijo si las cosas cambian. Vamos a ver mucho movimiento”, señalan en una entidad mediana.
Habrá que ver la respuesta de la banca, que cada vez esconde menos su intención de iniciar de forma inmediata un nuevo episodio de la guerra hipotecaria. “Vamos a ver caídas de los diferenciales sobre el euribor hasta niveles del 0,5% y tipos fijos en torno al 2,5% para los hipotecados más solventes”, señalan desde el sector, que necesita un gran último tercio del año para elevar su cartera hipotecaria.
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