El sector apro­vecha la me­jora de los pre­cios de la ce­lu­losa y la energía y la ba­jada de tipos de in­terés

Las papeleras, a las puertas de un ciclo bursátil favorable

Ence, Iberpapel y Miquel y Costas con­jugan pre­cios atrac­tivos con un alto po­ten­cial

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En medio del cre­ciente in­terés por las pe­queñas y me­dianas com­pañías, para sus­ti­tuir a los grandes va­lores en las pro­yec­ciones al­cistas del mer­cado, los ope­ra­dores han abierto el foco para buscar opor­tu­ni­dades más allá de la tec­no­logía y la salud . Estos dos sec­tores se han con­ver­tido en la gran re­fe­rencia para re­coger be­ne­fi­cios en esta se­gunda mitad del ejer­ci­cio. Sin em­bargo, hay quien piensa que no se deben des­cartar otros sec­to­res, como el pa­pe­lero, cuya base son las small caps muy bien ges­tio­na­das, con un com­po­nente re­no­vable aña­dido y en buena me­dida mi­nus­va­lo­radas por el mer­cado.

No en vano, la exportación española de celulosa, papel y cartón ha experimentado un crecimiento del 4,5% en 2023. Pese a la caída de la producción del 2,9%, el sector ha sabido aprovechar el fuerte frenazo del sector en Europa que ha en conjunto ha decrecido del orden del 13%, consolidando a España como sexto productor de papel y cartón de la Unión Europea y entre los cinco primeros en producción de celulosa, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Papel y Cartón (Aspapel).

Estas cifras relejan la solidez de las compañías gracias a la fuertes inversiones, cerca de 300 millones en 2023, y a pesar de los problemas de competitividad generados por los precios de la energía, el encarecimiento de las materias primas, la caída de la demanda lastrada por la situación geopolítica, y los crecientes costes laborales.

En general, una de las principales características del sector es su naturaleza cíclica, generando muy buenos réditos en la parte alta del ciclo y los expertos creen que estaría en una fase con unas buenas proyecciones de demanda ante la previsible reducción de los tipos de interés en los próximos meses hacia niveles más normalizados.

El viento sopla a favor del sector papelero

El papel y el cartón presenta, además, una posición imbatible en materia de sostenibilidad básicos en la economía circular. Fabricados a partir de una materia prima natural, renovable y biodegradable, destacan por ser reciclables y reciclarse masivamente. Junto a estos atributos, destaca también su versatilidad, que hace que estén presentes de forma transversal en todas las industrias, así como su gran capacidad de sustitución de otros materiales.

Ence, Iberpapel y Miquel y Costas son las cotizadas españolas integradas en este sector. Compañías pequeñas con una deuda controlada o baja, con beneficios regulares, una buena gestión y unos precios de mercado razonablemente atractivos para ir tomando posiciones con vistas al medio y largo plazo.

El grupo Ence, pendiente aún de solventar la continuidad de su planta de Pontevedra, ha cerrado el primer semestre con un beneficio de 26,5 millones de euros frente a las pérdidas de algo más de 4 millones de euros del año anterior. La compañía sigue así trabajando por reducir su deuda financiera neta que a junio de 2024 se situó por debajo de los 280 millones de euros.

El incremento de la demanda de la celulosa y la nueva regulación de renovables permiten confiar en una fuerte generación de caja del grupo en este trimestre. Algo que el mercado parece estar ninguneando en estos meses, según los expertos, lo que ha situado su cotización sobre los 3 euros, que empiezan a ser niveles muy interesantes.

Sólidos resultados semestrales

Algo similar le ocurre a Iberpapel, que apenas presenta una rentabilidad del 3% en el acumulado del año. Pese a reducir su beneficio un 3,6%, ha presentado unos sólidos resultados que vienen a confirmar la reactivación esperada tanto por el mercado de la celulosa como el de la energía. Eso la ha convertido en una de las principales referencias del sector para los analistas con una clara proyección a los niveles previos a la pandemia sobre los 22,6 euros por acción.

La terna la completa Miquel y Costas con un negocio enfocado hacia la industria del tabaco, aunque sin olvidar otros negocios industriales, que le ha permitido empezar el año con un elevado crecimiento de los beneficios que a falta de la confirmación de las cifras del primer semestre muestran un claro empuje para este año. Aunque también se ha visto penalizada por los precios de la energía, el grupo lo ha compensado una intensa política comercial con el que espera mantener un ritmo de crecimiento superior al 15% en beneficios.

Con una rentabilidad en el acumulado del año del 5,5%, el grupo ha logrado recuperar en julio la tendencia alcista gracias a las expectativas de recuperación del precio de la energía el redimensionamiento esperado del fondo de maniobra por parte de sus clientes conforme se vaya confirmando los recortes de tipos de interés.

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