Eso explicaría la caída de cerca del 4% acumulada en este mes de agosto en un período que debería ser muy favorable para el grupo con el aumento de la demanda, sobre todo del consumo en sala, en pleno período vacacional.
Quizás una de las grandes dudas sea el aumento experimentado en su deuda financiera neta a raíz de la disminución experimentada por la caja. Con todo, el grupo insiste en que cuenta con una sólida posición para seguir afrontando los retos del mercado.
Los inversores, sin embargo, se mantienen al margen a la espera de que la compañía pueda resolver todas estas incertidumbres de forma favorable en los resultados del primer semestre. El grupo de restauración tiene previsto presentar sus cuentas a principios del próximo mes de septiembre.
Entre tanto, persiste el goteo vendedor y el valor acumula ya un retroceso superior al 10% en el cómputo global del año, buena parte del cual se ha producido en este mes de agosto. Su perfil técnico se ha complicado además tras poner en riegos su principal suelo en la actualidad en torno a los 5,4 euros por acción. La recuperación de esta cota en las últimas sesiones ha sido clave, pero sigue estando en serio peligro.