IAG mantendrá el 20% que tiene en Air Europa como una participación financiera, quién sabe si a la espera de que la nueva Comisión Europea que se constituirá en diciembre entienda la necesidad de facilitar grandes operadores sectores clave como el transporte y las telecomunicaciones.
En su escueta comunicación al supervisor bursátil español, Luis Gallego, CEO de IAG, apela al “actual entorno regulatorio” para justificar una decisión que solo se adelanta a la negativa de la Comisaria Europea de Competencia, la danesa, Margrethe Vestager.
Después de más de un año de negociaciones, a la Comisaria no le ha parecido suficiente la fuerte subida de los ‘remedies’ de ultima hora. Para sacar adelante la operación IAG ofreció ceder hasta el 52% de los vuelos a sus competidores (inicialmente era el 40%), con tal de asegurarse una dimensión que le permitiría evitar duplicidades, optimizar el uso de la flota conjunta y crecer al mismo tiempo.
Aunque sin hacer comentarios al respecto, a IAG no le ha servido de mucho la ‘vía diplomática’ ante Bruselas. Todo lo contrario de lo conseguido por el primer grupo europeo del sector, Lufthansa que, tras amenazar con abandonar su proyecto de integración de ITA, recibió el visto bueno de la Comisión Europea (con la mediación del gobierno italiano) a principios del mes pasado. Las presiones del gigante alemán y de Air France-KLM han sido constantes a lo largo de todo el proceso, en el que a Bruselas no le gusta demasiado la participación de control de Qatar Airways (25,143%) sobre la propietaria de Iberia, Vueling, British Airways y Aer Lingus.
Toca mirar a Lisboa
Desde el punto de vista estratégico, para IAG la oposición de Bruselas echa arena al proyecto de crecimiento en el mercado español, donde la consolidación de Air Europa le hubiera consolidado como actor principal del mercado (pese a los remedies) tanto en lo doméstico como en las rutas con Latinoamérica. De ahí que configurar un gran ‘hub’ en Madrid habría dado una posición clave al grupo dirigido por Luis Gallego en sus conexiones con el continente americano con la combinación de Madrid-Barajas y sus hubs de Londres (base de British Airways) y Dublín (base de Aer Lingus), con los que domina los enlaces del Atlántico Norte.
En esta situación, el primer ejecutivo del grupo señala su confianza en que el crecimiento orgánico de la compañía permita desarrollar el 'hub' madrileño.
Asegurarse una ‘lanzadera’ de privilegio hacia el Caribe y el Atlántico Sur será ahora el objetivo de IAG. El grupo ha mostrado un claro interés por participar en la privatización de la portuguesa TAP y, con ella, de sus hub de Lisboa y Oporto (éste a petición del gobierno luso).
La intempestiva dimisión del primer ministro de ese país, el socialista António Costa y las posteriores elecciones que situaron en el Palacio de São Bento (sede del gobierno luso) al conservador Luís Montenegro, paralizaron una venta que estaba a punto de iniciarse.
La única en beneficios
Sea como fuere, Bruselas ha bloqueado una operación de consolidación fundamental para el único ‘carrier’ europeo que está en beneficios y en claro crecimiento.
El gigante Lufthansa (propietaria de Austrian Airlines, Eurowings, Brussels Airlines, Swiss, Air Dolomiti, Edelweiss Air, Discover Airlines y Lufthansa Cargo) ha cerrado el semestre con unas pérdidas de 265 millones de euros (ganó 414 millones en el mismo periodo del año pasado) pese a mejorar sus ingresos el 6%.
Por su parte, Air France-KLM cero el semestre con unas pérdidas de 400 millones frente a los 260 millones del primer semestre de 2023, influida por la subida de los combustibles. El grupo franco-neerlandés ingresó en ese periodo14.603 millones, el 4,65% en términos interanuales.
IAG ha cerrado el primer semestre del año con un aumento del 3,8% en su beneficio operativo situado en 1.309 millones hasta junio. La cifra incluye ya los 50 millones de euros que debería pagar a Globalia (controlada por José Hidalgo) como indemnización tras poner fin al acuerdo.
El beneficio neto, 905 millones de euros, supone un descenso del 1,7% frente a los 921 millones del mismo periodo del año pasado.
Por compañías, Iberia obtuvo un beneficio operativo antes de extraordinarios de 362 millones de euros, el 2,68% menos que en la primera mitad de 2023, cuando batió récord de beneficios gracias a la alta demanda.
La aerolínea que preside Marco Sansavini ingresó 3.490 millones de euros en el semestre, el 7,5% más, de los que 2.722 millones son ingresos por pasaje que crecen el 14,1%. La compañía ha aumentado su capacidad el 17,4%, con un factor de ocupación del 86,6%, exactamente igual al del año anterior.
Vueling ha tenido un beneficio operativo de 97 millones, uno más que el año anterior, y elevó un 45% sus ingresos, hasta los 1.483 millones de euros, de los que 1.475 millones (suben el 4%) fueron por pasaje.
British Airways tuvo un beneficio operativo antes de excepcionales de 555 millones de euros, un 9,6% más, con 6.736 millones de ingresos (+5,4%), mientras que Aer Lingus ha entrado en beneficios con 9 millones frente a las pérdidas de 31 millones del año anterior, elevando sus ingresos un 3,2%, hasta los 1.053 millones de euros.