La ope­ra­dora his­tó­rica Oi es­tudia ceder su red de fibra a la ope­ra­dora neu­tral V.Tal

Los resultados de Vivo en el primer semestre superan las expectativas de los analistas

Telefónica sigue ne­go­ciando la compra de la ter­cera ope­ra­dora Desktop en Brasil

Vivo, la filial brasileña de Telefónica.
Vivo, la filial brasileña de Telefónica.

El mer­cado bra­si­leño sigue siendo una de las apuestas más ren­ta­bles del Grupo Telefónica. Y tam­bién aquel cuyas pers­pec­tivas son por regla ge­neral po­si­ti­vas, a corto y largo plazo. Aunque solo fuera por los altos ni­veles de acep­ta­ción de sus nuevas tec­no­lo­gías y ser­vi­cios, in­clu­yendo el 5G, cuyo ritmo de ex­pan­sión, en un país con más de 200 mi­llones de ha­bi­tan­tes, su­pera las pre­vi­siones ini­ciales de las au­to­ri­dades bra­si­leñas, de las ope­ra­doras y de los ana­listas del sec­tor.

Entre los principales actores del mercado brasileño, el único que no tiene claro su futuro es Oi, que en manos de los acreedores y bajo tutela judicial, no tendrá más remedio que ceder sus 4,3 millones de clientes de fibra al operador de red neutral V.Tal.

En la filial de la Telefónica, Vivo, se vive con satisfacción los resultados positivos del segundo trimestre (muy en línea con los del primero trimestre), presentados el lunes. Los ingresos netos crecieron por encima de la inflación, concretamente un 7,4%, hasta los 13.700 millones de Reales (unos 2.230 millones de euros), con un resultado neto de 195 millones de euros, lo que representa un crecimiento interanual del 8,9%. El Ebitda creció un 7,3%, hasta los 5.500 millones de Reales (895 millones de euros).

Primer semestre, en línea

En general, el primer semestre ha sido incluso más positivo: los ingresos netos sumaron 27.200 millones de Reales (428 millones de euros, un 8,8% más), gracias principalmente a la operación móvil, con 19.300 millones de Reales (314 millones de euros, un 8,8% más), de los cuales 14.600 millones (237 millones) en el servicio pospago.

La operadora de Telefónica consolida por lo tanto su liderazgo, sumando 114,7 millones de accesos (100,9 millones en el móvil): 26 millones son hogares con fibra, de los cuales unos 6,5 millones ya están conectados a la red de la operadora, un 12,7% mas que a final del 2023.

Vivo prepara ahora una oferta llamativa de su servicio financiero destinada a su clientela: la apertura de líneas de financiación a crédito, donde ya tiene más de 10 millones de clientes preseleccionados.

La selección de los interesados es muy exigente: la oferta de créditos a 12 meses solo alcanzara a clientes que llevan más de 6 meses en Vivo, y seleccionados tras una minuciosa analice de las respectivas situaciones financieras, laborales, etc. y con la aplicación de tasas de interés adaptadas a los diversos tipos de clientela y a su historial.

La batalla por DeskTop

De lo que poco o nada se dice desde Vivo es de la preparación de una oferta por la operación de banda ancha de Desktop, una empresa de internet que opera en Sao Paulo con una cuota de mercado decisiva, y que con más de un millón de clientes es la tercera mayor operadora del Estado, el más poderoso y rico de Brasil.

De ahí el interés de la operación. Con su compra, Vivo superaría al actual líder regional, la operadora Claro de América Móviles, que suma en la región 4,5 millones de clientes (30% de “share”), frente a los 4,3 millones (29%) de la operadora de Telefónica, pero haciéndose con Desktop pasaría a controlar 36% del mercado de Sao Paulo.

El “enorme interés” que los analistas atribuyen a Vivo para realizar la operación, está en línea con la extrema discreción adoptado por la operadora de Telefónica y también por Desktop, que a todas luces no han podido todavía ponerse de acuerdo sobre el precio de la operación.

Expertos del sector hablan de una “prima de control” del 50%, con lo que la operación alcanzaría los 2.700 millones de Reales (unos 440 millones de euros). Cabe recordar que Vivo tiene un valor de mercado de 12.200 millones de euros, frente a los 300 millones atribuidos a Desktop.

El futuro de Oi

El sector también está muy pendiente del futuro incierto de la operadora historica Oi, que lleva años al borde del abismo, con una gigantesca pérdida de valor, intervenida judicialmente, y que pese al “ok” dado por los accionistas y los acreedores a una gigantesca y muy dolorosa operación de rescate, sigue sin tener claro su futuro.

De lo que se trata, ahora es del futuro de sus 4,3 millones de clientes de fibra. La subasta organizada por la reguladora Anatel tenía un precio mínimo 7.300 millones de reales (1.188 millones de euros), pero solo recibió una oferta de 1.000 millones de Reales (162 millones de euros), inmediatamente rechazada.

La única salida planteada ahora para Oi Fibra, ante la mirada indiferente de los grandes players del sector, solo podrá pasar por V.Tal, que opera redes de infraestructura neutral.

Con que la última palabra no cabera solo a los miles de acreedores de Oi, que tras la restructuración judicial quedaran con más de 80% del capital: el futuro de Oi Fibra también sigue en manos de Anatel, teniendo en cuenta que tras la operación prevista, V.Tal, en manos de BTG Pactual, perdería el estatuto de operadora neutral y debería rendir cuentas a los accionistas de Oi.

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