Sin embargo, los expertos creen que ahora necesita nuevos catalizadores para continuar la tendencia alcista que devuelva al valor a sus mejores niveles cuando la energía renovable era como el nuevo maná.
Uno de esos catalizadores puede ser la nueva política de retribución recientemente aprobada con la que pretende repartir 15 millones de euros al año de 2024 a 2026. El pago estará condicionado al mantenimiento de una caja mínima para evitar poner en riesgo la viabilidad de la sociedad.
Para ello ha impuesto tres condiciones que el beneficio neto supere los 20 millones en cada uno de esos tres ejercicios, que el Ebitda sea superior a los 95 millones y que la ratio de apalancamiento sea inferior a las tres veces. El grupo se garantiza así la solvencia suficiente para garantizar sus inversiones y consolidar su crecimiento.
Estas condiciones parecen entrar dentro de lo razonable teniendo en cuenta la favorable evolución del grupo en los últimos trimestres y el buen desarrollo de su gestión. Eso garantiza en buena medida la retribución al accionista si no surgen circunstancias externas al grupo como una nueva vuelta de tuerca en la regulación.
Mientras tanto, la acción se ha tomado un pequeño respiro, dicen los expertos que para recuperar fuerzas pues su precio actual no se corresponde con su valor real. Para ir ajustando posiciones debería superar los 2 euros y acercarse hacia las inmediaciones de los 2,4 euros, pero también conviene estar pendientes de que no pierda la cota de los 1,8 euros donde encuentra su principal nivel de soporte porque si no se podrían vivir episodios de intensas ventas como los observados desde abril de 2021.