Aunque las primeras estimaciones del PIB norteamericano del primer trimestre de 2024 reflejan una ligera desaceleración al crecer a un ritmo del 1,3% frente al 1,6% inicialmente previsto, los fantasmas sobre una posible recesión han desaparecido ya por completo. La inflación, por su parte, sigue siendo pegajosa pero ya empieza a mostrar signos de moderación hacia los objetivos fijados al deslizarse por debajo del 3,5% tanto en la general como en la subyacente.
Ante esta situación más favorable, la gran mayoría de analistas no esperan cambios a la baja en la actual política monetaria de la Reserva Federal hasta después del verano, desmarcándose del movimiento adoptado por el Banco Central Europeo.
En estas condiciones, todo apunta a que la cotización del dólar se irá imponiendo progresivamente frente al euro durante el año y al menos hasta conocerse el resultado de las elecciones presidenciales a la Casa Blanca en noviembre. Esta apreciación podría alcanzar los niveles de 1,05 en las próximas semanas si se confirman en el segundo trimestre los crecimientos de PIB más sólidos en Estados Unidos.
De este modo, cabe esperar un progresivo incremento de los precios de las importaciones con especial incidencia en el coste de la energía, petróleo y gas, que se dejará sentir durante el próximo verano. A cambio, tanto las empresas con fuerte peso de su facturación en el exterior o con negocio en el entorno del dólar se verán beneficiadas por un tipo de cambio más favorable y, en general, la gran mayoría de las divisas latinoamericanas se verían beneficiadas en gran medida.
Las empresas exportadoras o con negocio fuera saldrán ganando
Entre las empresas que más partido sacarán de un dólar fuerte estaría Acerinox. Gran parte de su facturación llega de América gracias a su fábrica de North American Stainless (NAS) y que tiene como objetivo aumentar su producción en más de un 20% para aprovechar el crecimiento del mercado.
A las inversiones de más de 244 millones para impulsar su actividad con el aumento del volumen de productos planos con especial foco en incrementar aquellos de mayor valor añadido, se suma la adquisición de Haynes empresa estadounidense líder en el desarrollo, fabricación y comercialización de aleaciones de alto rendimiento tecnológicamente avanzadas.
Pese a reducir su deuda financiera neta en 107 millones durante el primer trimestre del año, hasta los 234 millones, su cotización sigue muy castigada tras realizar el deterioro de los activos de Bahru Stainles por cerca de 120 millones de euros. Eso hace que cotice a precios muy atractivos frente a su precio objetivo que algunas firmas fijan por encima de los 14 euros por acción.
Grifols y Mapfre también estarían en el punto de mira de los expertos ante la revalorización del dólar. Ambas firmas tienen un fuerte peso de sus ingresos en el exterior, en Estados Unidos en el caso del laboratorio, y en Latinoamérica en el caso de la aseguradora. Un intenso fortalecimiento del dólar tendría un notable impacto positivo en sus cuentas. Valores que, por unas razones u otras, también cotizan a precios muy atractivos.