Pero pese a la victoria de los populares, de cara a las negociaciones para la configuración del futuro de Europa y a los nombramientos de los presidentes de las principales instituciones comunitarias, la figura emergente en España es el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Así, los resultados de los socialistas en España y la debacle de los socialdemócratas alemanes y del partido que apoya a Enmanuel Macron, que ha convocado elecciones legislativas en Francia tras la victoria del partido de Marine Le Pen, sitúa al presidente del Gobierno en una posición de privilegio en Bruselas.
En concreto, para tratar de ser el político que negocie en nombre de los socialistas europeos, quienes vayan a ser los futuros presidentes de las instituciones más importantes de Europa.
En especial los de la Comisión Europea, el Parlamento y el Consejo Europeo que tienen que ser propuestos en las próximas dos reuniones del Consejo Europeo previstas para este mismo mes. Como las decisiones las toman los miembros del Consejo Europeo, integrado por los presidentes de Gobierno en ejercicio de los 27 países miembros de la UE, Pedro Sánchez jugará un papel que no podrá desempeñar Feijóo pese a haber ganado las elecciones, al no formar parte del Consejo Europeo.
Los futuros líderes europeos serán los que jueguen el papel decisivo al definir, desde sus instituciones, el camino hacia la Unión Europea 2030. Es un futuro lleno de muchas ambiciones. Pero trufado también de las mayores incógnitas a la hora de afrontar algunos de los problemas más sensibles de cara al electorado, como es darle carta de naturaleza al pacto migratorio.
Pacto curiosamente aprobado, sobre todo gracias al entendimiento de dos de los grandes perdedores de estas elecciones, el presidente francés, Enmanuel Macron y el canciller alemán, Olaf Scholz.
Un futuro revolucionario en Bruselas
No menos complicada será la aplicación de la primera ley mundial que regula la inteligencia artificial aprobada el pasado mes de marzo por el Parlamento Europeo y que deberá estar vigente en todos los países de la Unión durante el 2026.
En este sentido, a fecha de hoy, ya solo queda que los Estados miembros den su visto bueno al texto definitivo, una vez que sea publicado en el Diario Oficial de la UE. A partir de ese momento, los Estados miembros tendrán un plazo de dos años como máximo para hacer la transposición a la normativa nacional. Expertos del sector aseguran a Capitalmadrid.com que, pese a la escasa presencia que ha tenido en los medios y en el debate público nacional, su aplicación tendrá un alcance de consecuencias incalculables para este sector determinante para el futuro económico mundial.
No son los únicos importantes problemas que deberán afrontar los nuevos dirigentes europeos, en cuyo nombramiento podría jugar un papel relevante Pedro Sánchez, cuyo interés por las cuestiones internacionales es bien conocida. Entre esas cuestiones urgentes están la eventual incorporación de nuevos países miembros al club comunitario, cuyas negociaciones están tan avanzadas con varios países. Sin olvidar, además, el complejo problema geopolítico que genera la candidatura de Ucrania para ser miembro de este club.
Consolidar la Europa de la Defensa
No menos complicado para esos futuros líderes, que deben ser ratificados por el nuevo Parlamento Europeo, resultará la consolidación de la Europa de la Defensa. Sobre todo, si de nuevo Donald Trump resultara elegido presidente de Estados Unidos, en las elecciones que deben celebrarse el próximo mes de noviembre.
En esa urgencia de consolidar el papel de Europa en el mundo, tendrá una relevancia destacable el nuevo diseño que realice Bruselas sus relaciones con China de cara a las futuras alianzas internacionales.
Son retos no menores. Macron, Draghi, Enrico Letta, entre otros líderes europeos han repetido en los últimos meses la necesidad de refundar Europa, tras las crisis inéditas que ha sufrido durante este periodo.
De la gravedad de la situación dan testimonio las palabras recientes del presidente de Francia, Enmanuel Macron, quien ha llegado a comparar la época actual en Europa con lo sucedido después de la Primera Guerra Mundial. Macron, recurrió a Paul Valéry para definir nuestros días, recordando que el escritor francés dijo al finalizar la Gran Guerra que “ahora sabíamos que nuestras civilizaciones eran mortales”.
Así para Macron “debemos ser lúcidos sobre el hecho de que nuestra Europa actual es mortal. Puede morir. Puede morir, y eso depende únicamente de nuestras decisiones. Pero estas decisiones deben tomarse ahora”.
Los resultados de las elecciones celebradas este domingo en toda Europa plantean la paradoja de que quienes van a elegir a los futuros líderes que presidan las principales instituciones europeas sean quienes han perdido las elecciones. Es el caso de Macron y Scholz en Francia y Alemania, apoyándose además en quienes no las han ganado en otros países, como puede ser el propio caso de Pedro Sánchez en España.
Los resultados de este 9 de junio ponen a Europa ante una compleja encrucijada. Los adelantos electorales anunciados en Francia y Bélgica, y la presión de la oposición para que haga lo mismo el Canciller alemán debería ser un ejemplo que debería seguir Pedro Sánchez en España. Europa no la pueden redefinir los perdedores.