La bajada fue de un 5,2%, con un descenso en los principales mercados, entre los que España encajó un retroceso del 4,7%.
Aunque el comienzo del año fue desalentador en Europa, con una previsión discreta del 0,9% para el crecimiento en el PIB para el conjunto del continente y del 0,8% para la zona euro había esperanzas sobre un inicio de recuperación para el segundo semestre del año, teniendo en cuenta las expectativas de mejor inflación, bajada de los tipos de interés y el incremento de los salarios reales, que elevarían el gasto de los hogares.
Pero las cifras de la industria automovilística muestran la debilidad por la que están atravesando las economías europeas. El retroceso en las ventas de autos ha alcanzado el 6,2% en Alemania, el 3,7% en Italia y el 1,5% en Francia. Hay que tener en cuenta que la industria de construcción de automóviles supone una fuente de ingresos de casi 400.000 millones de euros para los estados europeos en forma de impuestos.
La venta de coches viene de un año muy positivo, ya que en 2023 se incrementaron un 13,9%. Y no sólo eso, el vehículo eléctrico ha registrado una desaceleración desde el 13,9% al 13%, lo que constituye un revés para todo lo relacionado con la economía verde.
En enero y febrero, crecimientos espectaculares
En los meses de enero y febrero, las ventas de automóviles habían registrado crecimientos del 12,1% y del 10,1%, respectivamente, en términos interanuales. En los últimos doce meses se alcanzaron crecimientos fuertes en el periodo entre abril y agosto de 2023, con un máximo del 21% en este último mes.
ACEA indica que en el primer trimestre del año (enero, febrero y marzo), las matriculaciones de automóviles aumentaron un 4,4%, hasta alcanzar casi 2,8 millones de unidades. Los principales mercados del bloque experimentaron un sólido crecimiento de enero a marzo, con Italia y Francia registrando cada uno un aumento del 5,7%, seguidos por Alemania (+4,2%) y España (+3,1%).
“En el mes de marzo se produjo un cambio en la composición del mercado de automóviles: los automóviles eléctricos de batería cayeron a una participación del 13% desde el 13,9% del año pasado, mientras que los híbridos eléctricos aumentaron hasta el 29% desde el 24,4%. La gasolina y el diésel combinados captaron menos de la mitad del mercado (47,8%, frente al 51,8%)”, indica ACEA.