DEUDA PÚBLICA

Los des­equi­li­brios ge­ne­rados por la pan­demia si­guen sin co­rre­girse

España agrava su déficit fiscal y Europa le insta a apretarse el cinturón

Los in­ver­sores ex­tran­jeros fi­nan­cian la deuda por más de 84.000 mi­llones en un año

Sánchez prometió en Davos corregir el déficit.
Sánchez prometió en Davos corregir el déficit.

España ha agra­vado su des­equi­li­brio fiscal desde la pan­de­mia, lo que com­plica aún más el dé­ficit fiscal en­dé­mico en el que se en­cuentra in­mersa desde hace dé­ca­das. Tanto la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) como el Banco de España han ad­ver­tido de que llega una etapa de va­rios años en los que Europa va a obligar a apre­tarse el cin­tu­rón.

Resulta significativo que esta situación se produce justo en el momento en que los inversores extranjeros vuelven a dar un voto de confianza a la deuda española incrementando sus carteras.

Desde el comienzo del año 2023, los inversores extranjeros han incrementado sus posiciones en deuda en nada menos que en casi 84.000 millones de euros, lo que rompe precisamente la tendencia registrada desde la pandemia, que ha llevado a reducir sus posiciones en casi un 9%. Desde enero del año pasado, en cambio, sus tenencias de deuda pública española se han incrementado en un 2,5%.

Batería de correcciones fiscales

La puesta en marcha de una nueva batería de reglas fiscales en la Unión Europea va a suponer ajustes significativos para los próximos ejercicios. El Banco de España ha advertido que los países con mayor deuda (entre los que se encuentra España) no van a tener más remedio que mejorar su déficit estructural primario entre 0,4 y 0,7 puntos porcentuales del PIB.

El propio director general adjunto de Economía e Investigación del Banco de España, Carlos Thomas, ha alertado de que este ajuste podría ser mayor incluso del que se llevó a cabo entre los años 2014 y 2019.

Según los cálculos de la AIReF, este nuevo marco fiscal podría suponer un ajuste anual del 0,63% del PIB si se produce en cuatro años y del 0,43% si es a siete años, lo que suponen en conjunto una reducción superior a 2,5 puntos porcentuales.

Ambas instituciones señalan que resulta necesaria la elaboración de un plan de consolidación presupuestario a medio plazo para reforzar la sostenibilidad del sistema fiscal.

El deterioro de las finanzas públicas tras la pandemia ha venido como consecuencia de que los gastos han registrado un fuerte incremento, mientras que los ingresos estructurales no han compensado el crecimiento de estos gastos. El nuevo orden fiscal va a requerir un ajuste del déficit y eso podrá suponer una reducción de gastos o un incremento de los ingresos.

Los expertos aseguran que la situación requiere un consenso político a la hora de diseñar este nuevo plan de consolidación fiscal y que los partidos políticos van a tener que mostrar su capacidad de negociar para poder llevar adelante esta iniciativa. El Banco de España advierte también que la deuda podría crecer hasta el 120% en el año 2040.

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