La cons­truc­tora se ad­ju­dica un nuevo con­trato en Noruega por 156 mi­llones

OHLA recupera pulso mientras intensifica la búsqueda de nuevos socios

Prevé una im­por­tante subida del Ebitda hasta abril por la me­jora de már­genes en cons­truc­ción

La familia mexicana Amodio, principales accionistas de OHL.
La familia mexicana Amodio, principales accionistas de OHL.

La cons­truc­tora OHLA, con­tro­lada por el grupo me­xi­cano Amodio, ha re­cu­pe­rado pulso con los in­gresos ex­tra­or­di­na­rios de 165 mi­llones de euros ob­te­nidos hace un año como in­dem­ni­za­ción por el tren a Navalcarnero (Madrid), un au­mento en la ac­ti­vidad y la me­jora de los már­genes de cons­truc­ción. Aunque las ne­go­cia­ciones para la re­ca­pi­ta­li­za­ción de la com­pañía y el plan de des­in­ver­siones de Servicios, el com­plejo co­mer­cial Canalejas de Madrid y la re­so­lu­ción del ar­bi­traje pre­sen­tado sobre el Aeropuerto del Café en Colombia (34 mi­llo­nes) pueden ace­lerar el pro­ceso.

La compañía acaba de adjudicarse el contrato de la Administración de Carreteras Públicas de Noruega (Statens Vegvesen), por 156 millones, para el diseño y la construcción del túnel de Gjonnes.

OHLA presenta sus resultados del primer trimestre a finales de mes aunque los analistas de CIMD Research prevén que la compañía cierre este periodo con un aumento del 7% en su cifra de negocio, estimada en 685 millones; de los que 680 millones corresponden al negocio constructor.

Los mismos analistas estiman un aumento del 22% en el Ebitda (beneficio bruto de explotación), descontados Servicios, en proceso de venta- has los 24 millones; lo que refleja una cierta ralentización en el ritmo de crecimiento frente al 24% de incremento del año 2023. Aún así, se prevé una mejora en los márgenes de construcción, el gran caballo de batalla del sector, del entorno de los 20 puntos básicos durante el primer trimestre de este ejercicio, hasta el 4,7%.

Con todo, el resultado del primer cuarto de este año rondará los 3 millones de euros de pérdidas que, no obstante, suponen una mejora del 64% respecto al mismo periodo del ejercicio pasado.

Saneamiento

La sociedad presidida por Luis Amodio tienen en curso dos grandes operaciones corporativas: por un lado la búsqueda de nuevos socios que permitan su recapitalización y, por otro, la venta de su filial de servicios, instrumentada a través de Ingesan, tras fracasar las negociaciones mantenidas durante casi un año con el grupo Serveo, (filial de Portobello).

Tras el retraso de una operación que debería haberse cerrado en 2023, los Amodio han optado por contratar al Banco Banco Santander y CaixaBank para lanzar un proceso abierto de subasta.

La histórica constructora española, (resultante de la fusión de Obrascón, Huarte y Lain) cerró 2023 con una deuda financiera neta de 293 millones de euros; lo que supone una ratio de endeudamiento del 144% o, medido en términos de actividad, 2,3 veces el Ebitda (beneficio bruto de explotación).

La partida principal de esta deuda se centra en la emisión de bonos de 2021 (para refinanciar dos emisiones anteriores) de la que quedan por amortizar 487 millones de euros hasta 2026. Y la banca acreedora —Santander, CaixaBank, Sabadell, Crédit Agricole y Société Générale— quiere cobrar. Mucho más después de que el auditor de la empresa, EY, reflejara en su análisis de las cuentas la existencia de “dudas significativas sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento”.

De ahí que la venta de la filial de servicios y del 50% que OHLA posee del Complejo Canalejas de Madrid sea vital. Para ello, la constructora firmó a finales de marzo el mandato de venta con Banco Santander y Rothchild por entre 800 y 1.000 millones.

En paralelo, los Amodio intentan recapitalizar la compañía sin diluir su participación del 25% y conseguir una inyección de 200 millones de euros (a capital iría la mitad) para reducir deuda. Los nombres de los inversores con los que negocian que han trascendido hasta el momento son los de José Elías (accionista de Audax y Ezentis), y Aritza Rodero y Roberto Centeno (pero no del presidente de Mercadona, Juan Roig) a través del fondo Atitlán.

Por tanto, la necesidad de reducir su deuda y recapitalizar la compañía parece evidente. Los accionistas principales de la empresa mantienen conversaciones con diversos grupos inversores sin que, hasta el momento, se conozca el resultado de las mismas.

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