Tras una sensación agridulce dejada por los resultados de 2023 con un aumento del beneficio del 22,6%, hasta los 541 millones de euros y unos ingresos totales de 17.000 millones, un 52% más, pero también con una caída del beneficio bruto operativo (Ebitda) de un 4,2%, hasta los 1.981 millones de euros que no acabó de convencer en el mercado.
Sin embargo, en estas últimas semanas, previas a la presentación de las cuentas previstas para el 23 de mayo a cierre de mercado, se está generando una mayor animación en torno al valor ante la previsión de una sustancial mejora de la actividad gracias al elevado ritmo inversor.
Pese a este esfuerzo, el grupo además tiene bajo control su apalancamiento. La deuda financiera neta a 31 de diciembre de 2023 se situaba en 6.551 millones de euro, con una ratio deuda neta/Ebitda de 3,31 veces, muy por debajo del rango de 4 veces fijado por el grupo como objetivo.
De este modo, los expertos técnicos creen que la intensa fase bajista del último año y medio habría tocado ya suelo poniendo en marcha un intenso rebote que puede tener continuidad en el tiempo tras superar y consolidar la cota de los 118 euros. Su siguiente objetivo ahora estaría sobre los 138 euros, lo cual supone un potencial alcista del 10% como mínimo que devolvería al valor por encima de los precios de principios de enero. Algunos analistas van más allá y ven a Acciona sobre los 147 euros por acción para este año.