Para aprovechar esta mejor situación, el grupo cuenta con una muy buena posición financiera gracias a los esfuerzos de gestión de la liquidez y de reducción del endeudamiento realizados el pasado ejercicio, anticipándose al mal momento del mercado. De este modo, el fondo de maniobra de la compañía se sitúa en torno a los 10 millones de euros.
Con las operaciones actualmente en marcha, “junto a la solidez del negocio patrimonial y la expansión de Wellder y Cabe, nos permite confirmar la previsión de obtener un resultado positivo que se situará en torno a los 6 millones de euros” ha señalado David Vila, consejero delegado de Renta Corporación. La compañía, además, ha puesto en valor el impulso de la línea de negocio patrimonial, que ha permitido diversificar el modelo y generar un mayor volumen de ingresos.
Unas buenas perspectivas que el grupo especializado en la compra y rehabilitación de inmuebles para el alquiler o la venta deberá confirmar en las cuentas del primer trimestre previstas para final de este mes de mayo.
De momento, el mercado parece convencido, y ha reaccionado con importantes alzas desde la presentación de las cuentas de 2023 en la junta de accionistas. Desde esa fecha, el valor acumula una revalorización cercana al 20% que le ha permitido volver a terreno positivo en el acumulado del año, acercándose con paso firme al nivel del euro por acción perdido en la recta final del pasado ejercicio.
Sobre esta cota, el valor puede encontrar una resistencia sicológica que marcará su futuro a corto plazo. Si la rompe al alza podría seguir su camino alcista con un potencial adicional de al menos otro 20%, pero si se desinfla podría ir a buscar soporte de nuevo hacia los 0,85 euros.