Latinoamérica es ya el cuarto mayor inversor en España, tras EEUU, Reino Unido y Francia, por delante de socios europeos como Alemania o Italia. Una inversión que obedece a factores de carácter estructural y de largo plazo.
Más de 600 compañías de 20 países latinoamericanos, que constituyen ya “una importante comunidad empresarial” tienen presencia en España, con vocación de permanencia y generan 47.000 empleos. Así lo recoge el ‘VI informe Global LATAM’, liderado por ICEX-Invest in Spain y SEGIB, y presentado días atrás por la consejera delegada de ICEX España Exportación e Inversiones, Elisa Carbonell, y el secretario general Iberoamericano, Andrés Allamand.
El documento destaca el aumento del interés por España como destino para el capital latinoamericano. En 2023, año en el que España anotó una caída de la IED del 11,9%, a 32.638 millones de euros, la inversión ‘latina’ creció el 138%, a 2.835 millones. En 2023, España acogió 25 proyectos de nueva creación (‘greenfield’) de origen ‘latino’, frente a 7 Alemania, 5 Portugal y 4 Francia, con una media de inversión por proyecto de 15,8 millones, la más alta en diez años. El capital latinoamericano refuerza así su presencia en España de forma notable, con una subida en la una década de más de 20.000 millones de euros.
España, mercado atractivo
La inversión acumulada de Latam en España se eleva ya a 47.150 millones de euros y, de añadirse las inversiones en Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros o holdings (ETVE), el volumen se situaría en 66.883 millones, el 11% del total de la inversión recibida por España. Hay que destacar, además, que estos datos no reflejan toda presencia del capital latinoamericano en España. “Existen numerosas inversiones que quedan bajo el radar estadístico, y que en su mayoría están protagonizadas por ‘family offices’, operaciones muy concentradas en el sector inmobiliario” fundamentalmente mexicano o venezolano y en particular en zonas premium de la ciudad de Madrid”.
Las empresas mexicanas son, de lejos, las principales inversoras en España. México acumula 33.096 millones de euros (49,5% del total) desde 1993, por delante de Argentina (10.337 millones, 15,5%); Brasil (6.904 millones, 10,3%) y Colombia (4.492 millones, 6,8%).Y en 2023 sumó el 58% del dinero procedente de Latam, con 1.645 millones, lo que le convierte en quinto inversor en España, por delante del resto de países emergentes o de renta media, debido a importantes proyectos en alimentación, química y construcción.
En el capítulo de fusiones y adquisiciones México también lidera y protagonizó la mayor operación con la compra de Abengoa por Cox Energy. México tiene implantadas en España gran número de multinacionales como Cemex, Bimbo, Grupo ADO o Sigma. Por su parte, Argentina encabezó en 2023 el número de proyectos (71 frente a 70 México). En términos generales, uno de los atractivos fundamentales para España es su mercado de tamaño medio y renta alta y, en particular, el ser ya puerta de entrada a la UE (500 millones de consumidores).
Satisfacción y confianza
Los inversores latinoamericanos buscan jurisdicciones en las que hay elevada estabilidad institucional, jurídica y macro. Según Carbonell, no solo el idioma común y el vínculo cultural unen a España con Latam, sino que el atractivo también reside en “estabilidad legal y mecanismos transparentes” que crean un clima de negocios favorable. El ‘Global Latam’ incluye una encuesta sobre inversión ‘latina’ en España que evalúa clima de negocios y perspectivas para 2024-25 realizada entre una veintena de inversores de la región en España.
Las empresas muestran una alta satisfacción por el clima inversor en España y destacan como factores clave para establecerse el idioma y la cercanía cultural (78%) y la localización geográfica y acceso a mercados como Europa o África (70%), así como la estabilidad institucional, la calidad de las infraestructuras, la calidad de vida, la seguridad y los servicios de salud y educación. Menos atractivos encuentran aspectos de la legislación laboral, como el coste del despido, y la fiscalidad, especialmente la carga del impuesto a las sociedades.
En general, las empresas se muestran optimistas sobre la evolución de la economía española y de hecho, casi un 74% prevé elevar sus inversiones en España y cerca del 68% mantiene este objetivo para 2025. Y también esperan aumentar su facturación en estos dos años (70% y 64%), así como aumentar sus plantillas en el país (70%). Para Elisa Carbonell, “España compite con sus socios europeos por atraer inversión latinoamericana”, pero tiene una ventaja, que tiene que ver con “una relación comercial y de inversión ya histórica”.
En términos globales, la IED emitida Latam en 2023 totalizó 47.743 millones de dólares. Aunque supone un descenso del 38% respecto a un 2022 marcado por grande operaciones puntuales, el interés inversor de la región se consolida en niveles superiores a los registrados antes de la pandemia y muestra la “fuerte resiliencia”, ya que se produjo en un entorno económico complejo e incierto. El primer inversor en el exterior fue Brasil, seguido de Chile.