Pese a ello tendrá un papel determinante a la hora de que Illa pueda formar o no gobierno de izquierdas. PSC, ERC y Comuns Sumar suman una mayoría de 68 escaños. Posibilidad que el presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, parecía descartar, al anunciar en su comparecencia tras conocer los resultados casi definitivos que pasarán a la oposición.
Así pues, no parece sencillo que ERC apoye en las actuales circunstancias el gobierno de un partido no independentista. Importante avance del Partido Popular con 15 escaños, 12 más que en el 2021. Su papel también podría pasar a ser relevante en la vida política catalana. Su abstención en un eventual debate de investidura podría facilitar que el candidato socialista contara con más votos a favor que en contra. VOX mantiene los 11 escaños con los que contaba desde hace cuatro años cuando irrumpió por primera vez en el parlamento catalán.
Comuns Sumar pierde dos escaños para quedarse en seis. Los anticapitalistas de la CUP – DT pierden cinco para quedarse en cuatro. Por primera vez, el partido ultraconservador independentista Aliança Catalana entra con dos escaños. La primera conclusión de estos resultados es que no se percibe una fácil formación de Gobierno. Previsiblemente habrá que esperar hasta que se celebren las elecciones al Parlamento Europeo, el próximo día 9 de mayo, para que se aclaren las alianzas necesarias para formar gobierno o para conocer si se repiten las elecciones.
El resultado no solo deja en suspenso cual vaya a ser el papel de su líder, Salvador Illa, sino que agudiza todavía más la incertidumbre en la vida política de ámbito nacional. Los partidos independentistas reducen su presencia en el Parlament catalán por debajo del 50 %. Pero el desenlace de las elecciones acrecienta la incertidumbre política en España. Un grave problema para la evolución futura de la economía según alertaba recientemente el Banco de España con ocasión de la presentación de su informe económico anual.
Los inconvenientes de la incertidumbre política
Con la moderación que caracteriza los escritos del supervisor, en su informe anual advertía de que “los aumentos percibidos en los niveles de incertidumbre por parte de las empresas y el endurecimiento de las condiciones de financiación habrían incidido negativamente sobre sus decisiones de inversión”.
La institución que gobierna Pablo Hernández de Cos señalaba además como riesgos para la economía española, “la elevada incertidumbre sobre las condiciones económicas, el impacto acumulado del aumento de los tipos de interés del crédito a empresas y el retraso en la ejecución de los proyectos Next Generation respecto a lo inicialmente previsto”.
Y añadía otro riesgo más, cuya resolución depende directamente de la actuación del Gobierno central que preside Pedro Sánchez. “Un elemento de incertidumbre especialmente relevante de cara a las perspectivas de la economía española procede de la vulnerabilidad relacionada con la sostenibilidad de las finanzas públicas, especialmente en un contexto de reactivación de las reglas fiscales a escala europea". La deuda pública ha aumentado en más de 400.000 millones de euros desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa.
Otros índices que también muestran que la incertidumbre política pasa factura los ofrecen los índices bursátiles. Desde que Pedro Sánchez llegara a La Moncloa, el Ibex ha subido en el entorno del 12 % mientras en ese mismo periodo el Eurostoxx lo ha hecho en un 42 %, el índice DAX 30 de Fráncfort lo ha hecho en un 41 % y en un 46 % el CAC 40 de París.
Con los resultados de las elecciones celebradas este domingo en Cataluña se mantiene la incertidumbre respecto a la futura gestión política del resultado, sobre quién gobernará en Cataluña y con qué alianzas, será posible formar gobierno o habrá que repetir las elecciones. ¿Qué pasará con el Gobierno central?
El PSC queda a expensas de ERC, que deberá dilucidar si permite o no a Salvador Illa que pueda ser presidente, una vez que Aragonés ha descartado una coalición gubernamental de izquierdas. Durante la campaña ya había sido descartada esta posibilidad tras señalar los partidos de izquierda catalanes que Illa lidera al PSC más de derechas de la historia. Los resultados han puesto en una complicada situación a los republicanos de Esquerra que deberá decidir si se impone su componente soberanista o su vertiente posibilista que le ha llevado a apoyar al Partido Socialista de Pedro Sánchez en la gobernabilidad de toda España y hacer lo mismo con Illa ahora en Cataluña.
Con probabilidad, este apoyo a Sánchez está en la base de la pérdida de los más de 180.000 votos que han perdido los republicanos frente a los votantes de Junts quienes han visto en Puigdemont al representante de la continuidad del procés. Repetir este apoyo a Illa a partir de ahora podría seguir mermando su presencia política, lo que con probabilidad lleve a ERC a elevar sus exigencias. De ser inasumibles, el PSC podría no contar con los votos necesarios por lo que no se puede descartar una repetición electoral y el aumento de la incertidumbre.