Sobre la mesa se encuentra también, según los mentideros del parque marileño, nada confirmados, una posible operación de compra de Unicaja por parte de CaixaBank. Incluso un acercamiento del propio Sabadell sobre Unicaja, la novia que pocos quieren. O la que todos desean, Bankinter, pero cuya estructura de capital la ha hacen inviable.
El Santander, si
Pero el gran tapado podría ser el Santander, que en situaciones como la actual siempre ha llevado la voz cantante. La entidad presidida por Ana Botín es el mayor banco de Europa por capitalización y está en el top 30 de las mayores firmas financieras del mundo en actividad comercial gracias a la fuerte diversificación geográfica. En la actualidad opera en España, Reino Unido, Portugal, Polonia, Estados Unidos, México, Brasil, Chile, Argentina, Uruguay, Colombia y Perú.
Esta diversificación geográfica le aporta una notable ventaja competitiva para seguir avanzando en volúmenes, con un potencial desbordante en los países emergentes donde está presente. Los especulares resultados del primer trimestre así lo vienen a certificar. El Santander ha obtenido un beneficio récord de 2.852 millones de euros entre enero y marzo tras pagar 335 millones de euros por el impuesto extraordinario a la banca.
Fuertes barreras para una operación trasnacional
La constante mejora en los últimos trimestres tanto de la rentabilidad, con un RoTe rondando ya el 15%, como de la solvencia le ha permitido moverse de nuevo en línea de la media del sector en Europa. Todo ello acompañado de una conservadora gestión de los riesgos estructurales con un modelo de negocio, recuerdan los analistas de Renta 4, centrado en el crecimiento en el segmento retail y su exposición a negocios globales con el foco puesto en la actividad en pagos y banca de inversión.
Estas cifras le confieren una excelente estructura de capital con la que podría abordar sin problemas una posible operación corporativa de gran calado tanto en España como incluso en Europa. En este último caso cumpliría uno de los grandes sueños del Banco Central Europeo, que desde hace años la ve como una de las pocas opciones para asentar los niveles de rentabilidad del sector europeo, además, de ser un paso decisivo para avanzar en la tan deseada Unión Bancaria europea.
Aunque la situación en la banca europea ha mejorado sensiblemente en el último año, en especial en cuanto a la recuperación de la valoración en libros, lo cierto es que desde las grandes consultoras se sigue enfatizando la notable desventaja respecto a sus grandes competidores en Estados Unidos y Asia.
Para facilitar este proceso de integración trasnacional, el BCE estaría dispuesto incluso a aceptar una cierta relajación en la aplicación de los parámetros como la medición de riesgos y la ponderación de activos. En este sentido, a juicio de los operadores, el Santander sería una de las entidades ideales para iniciar este proceso. Aun así, una operación transnacional tendría muchas aristas a superar, entre ellas complicados factores jurídicos y regulatorios.
Italia o Alemania en el punto de mira
Las recompras de acciones abordada por el banco español en estos años, el último programa con cargo a 2023 por un importe total de 2.800 millones de euros finalizará el próximo mes de junio, le permite contar con una autocartera en la actualidad de cerca del 0,8% del capital. Un buen referente para salir por Europa para iniciar conversaciones con la mirada puesta, apunta la rumorología, en Italia o Alemania.
Sea como sea, el banco presidido por Ana Botín sigue contando con los parabienes de los analistas. El consenso de la consultora FactSet fija su precio objetivo promedio en los 5,23 euros por acción. Esta valoración supone un potencial de revalorización del orden del 15% desde su actual precio de mercado. Los analistas de Renta 4 ven al valor incluso por encima de este precio, su estimación de precio objetivo se sitúa sobre los 5,67 euros con un potencial del 25%.
Se confirmaría así la tendencia alcista en los últimos meses que ha llevado su cotización a su mejor nivel desde la pandemia. Un movimiento de recuperación que ha llegado para quedarse, apuntan los analistas, a expensas de como pudiera responder el mercado a una gran operación que le pudiera exigir una fuerte ampliación de capital, máxime tras la mala experiencia vivida con el Popular.