Cuatro años des­pués del primer in­tento, el sa­neado banco ca­talán ya no ne­ce­sita un sal­vador

BBVA-Sabadell, ¿una fusión nuevamente imposible?

Inmersa en un tor­tuoso pro­ceso ju­di­cial, la en­tidad bil­baína vuelve a in­tentar crecer en España y apagar sus lu­chas in­ternas

BBVA y Sabadell, unidos y desunidos.
BBVA y Sabadell, unidos y desunidos.

Cuatro años des­pués del primer asalto, que re­sultó fa­llido, el BBVA in­tenta de nuevo con­trolar el Banco Sabadell. Pero desde 2020 la his­toria ha cam­biado ra­di­cal­mente para ambas en­ti­da­des. El banco vasco (el com­pra­dor) se en­cuentra to­davía su­mido en una pro­funda crisis ju­di­cial ante la Audiencia Nacional por su par­ti­ci­pa­ción en el ‘caso FG-Villarejo’: un asunto os­curo de es­pio­naje a po­lí­ti­cos, em­pre­sa­rios y pe­rio­dis­tas, con ope­ra­ciones pre­sun­ta­mente di­la­to­rias para poner arena en el en­gra­naje ju­di­cial del caso. También con un pro­blema de fu­turo, por el ago­ta­miento de sus fi­liales ex­te­rio­res, en México y en Turquía.

Por su parte, el Sabadell (la pieza deseada) ha olvidado sus antiguos pesares. La profunda reconversión desarrollada en los dos años que lleva en el cargo el consejero delegado, César González-Bueno, ha colocado al banco con sede en Alicante en posición compradora. Tanto es así que la entidad presidida por Josep Oliú ha tenido que desmentir, oficialmente, los recurrentes rumores que le han situado (y sitúan) como protagonista en una posible fusión con Unicaja Banco. El Sabadell ha olvidado ya sus desequilibrios patrimoniales y cuenta en sus últimos trimestres con fuerte beneficios después de intensos saneamientos.

De hecho, el gran argumento que tanto Oliú como González-Bueno han repetido hasta la saciedad es que el banco está “cómodo” con su independencia y que sus perspectivas de futuro pasan por aumentar la rentabilidad obtenida hasta ahora.

De momento, la entidad se limita a reconocer que “ha recibido a las 13:43 horas del día de hoy [30 de abril] una propuesta escrita indicativa de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, S. A. para una fusión” y que su consejo “analizará adecuadamente todos los aspectos de la propuesta”. No puede hacer otra cosa sin una reunión previa del máximo órgano de Gobierno.

Ganar dimensión

Por unos problemas u otros, lo cierto es que en los últimos años, desde que el ínclito Francisco González se hiciera cargo de la presidencia a. principios de siglo, el BBVA ha quedado paulatinamente ‘descolgado’ de su tradicional posición en el ranking español. Mientras Santander se consolida como la mayor entidad española (centrada en la globalización internacional de sus negocios) y CaixaBank, como la de mayor presencia y capilaridad en el país, los sucesivos vaivenes corporativos y de gobierno colocan al banco vasco en una tercera posición que no acaba de agradar a sus directivos. De forma que el equipo de Carlos Torres aprovecha el ‘respiro’ que parece haberle dado el proceso en la Audiencia Nacional para intentar recuperar posiciones.

Tal como ha comunicado a la CNMV: el BBVA “confirma que ha trasladado al Presidente del Consejo de Administración de Banco de Sabadell S.A., el interés del Consejo de Administración de BBVA en iniciar negociaciones para explorar una posible fusión entre ambas entidades”.

El objetivo es obvio. De lograr su objetivo de hacerse con el Sabadell, la institución resultante daría un importante paso adelante en dimensión y volumen. En créditos sería la segunda con 327.353 millones de euros al cierre del primer trimestre del año; por detrás de CaixaBank (casi 344.700 millones). Aunque sería el primer banco por activos totales en España, con más de 688.300 millones frente a los más de 613.400 millones de CaixaBank y distanciado del Santander (468.800 millones).

El liderazgo nacional de CaixaBank

En el ranking por oficinas, CaixaBank no tiene rival. Su red de 4.161 sucursales sería un 35% mayor que la del BBVA y el Sabadell juntas (3.084) y es más del doble de la actual red del BBVA (sin fusión) y las 1.203 del Sabadell. Mientras en depósitos, CaixaBank mantendría el escalón más alto del podium español con 402.544 millones en depósitos; muy superiores a los 395.902 millones que sumarían BBVA y Banco Sabadell, frente a los 319.431 millones del Santander.

Sin embargo, la propia historia del banco que quiere comprar y la fuerte capitalización que obtendría con la integración del Sabadell alimentan, en plena tormenta de posibilidades, otra posibilidad para la operación. La unión de ambas entidades daría lugar al tercer banco de Europa por valor bursátil con una capitalización conjunta (sumadas las cotizaciones del lunes) próxima a los 73.200 millones de euros por detrás de los 77.600 millones que, para el mercado vale el BNP Paribas y los 74.300 millones del Santander.

No en vano, el entonces Banco de Bilbao protagonizó la primera oferta pública de adquisición (OPA) hostil del sistema financiero español sen 1987 sobre el Banesto de Mario Conde; una operación fallida que acabó con la fusión entre el Bilbao y el Banco de Vizcaya un año más tarde.

A expensas de lo que decida el consejo del Sabadell habrá que ver la urgencia que para el actual BBVA tiene el crecimiento en el mercado español. La historia acaba de empezar. Por segunda vez.

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