Pedro Sánchez eleva aún más su muro frente a la oposición

Los so­cia­listas ce­le­bran la de­ci­sión del pre­si­dente del Gobierno de no di­mitir

Pedro y Begoña.Thecorner.eu
Pedro y Begoña.Thecorner.eu

La in­cóg­nita 'absoluta' y con un grado de gra­tuidad se ha des­pe­jado. Pedro Sánchez si­gue, "si cabe con más fuerza que nunca" en La Moncloa. Los cinco días para re­fle­xionar pa­re­cen, a toro pa­sado, una ope­reta. Los ciu­da­da­no­s-los que le vo­taron y los que no lo hi­cie­ron-, han vi­vido un fin de se­mana largo, un puente, en la in­cer­ti­dumbre ab­so­luta. ¿Ha ser­vido para algo? ¿Qué sig­ni­fica la re­ge­ne­ra­ción po­lí­tica pro­me­tida?

Se ha cumplido la opinión de uno de los colaboradores más próximos del presidente de que no iba dimitir, asegurando con frase muy expresiva que “no va a hincar la rodilla ante la derechona”. Se han equivocado otros socialistas destacados, entre ellos el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, que no descartaba que Sánchez fuera a dimitir.

Pero lo que es una evidencia es que la “carta a la ciudadanía” que publicó Pedro Sánchez en la red social X el pasado miércoles ha servido para profundizar la división entre los principales partidos del arco parlamentario. Así, desde el Gobierno, por una parte, sus ministros no han desaprovechado la oportunidad desde el pasado miércoles, para tratar de desacreditar al PP al insistir en vincularle una y otra vez en el mismo paquete de las políticas ultra conservadoras y negacionistas en lo social y en lo político defendidas por VOX.

Lo mismo ha sucedido desde el ámbito parlamentario. Uno de los mensajes más controvertidos en este sentido ha sido el de su portavoz en el Congreso de los Diputados, Paxti López, al transmitir ánimo al presidente en la red social X. Lo discutible es que López finalizara su mensaje con el lema usado por Dolores Ibárruri, ´La Pasionaria´, durante la guerra civil española en la batalla de Madrid. Expresión que ha llevado a políticos, analistas y periodistas a tener que comparar la situación actual con el clima social existente a principios del 36 en España. El muro entre izquierdas y derechas se agranda.

Feijóo acusa a Sánchez de haber parado y dividido a España

La respuesta no se ha hecho esperar desde la oposición. La réplica desde el PP ha sido ácida, como viene siendo su actuación de oposición. Sobre todo, desde las elecciones del pasado 23J, elecciones que, aunque las ganó el PP no fue capaz de conseguir los apoyos suficientes para hacerse con la presidencia del Gobierno al no contar con los 176 escaños necesarios para una mayoría.

Este domingo, su presidente, Alberto Núñez Feijóo, aprovechaba su mitin de la campaña electoral catalana en Lérida para acusar a Sánchez de “haber parado y dividido” a España y para advertirle de que “no habrá épica en su dimisión” ni tampoco “heroicidad en su resistencia”.

El líder popular, como le pasa a la gran mayoría de los españoles, aseguraba este domingo que no sabía lo que va a decir Sánchez este lunes, pero para Feijóo, “da igual. Representa al pasado”, pues desde el primer día de la legislatura, “ya era un presidente dimitido” por ceder toda capacidad de decisión a sus socios y que “ya no era digno de este país” y, ahora, “después de dimitir cinco días para irse o para quedarse”, lo es menos

Sondeo del CIS

Ante el anuncio del CIS de que ha preparado un sondeo sobre lo que piensan los españoles sobre la carta del presidente, el PP se ha adelantado en encargar otro financiado con sus fondos, para conocer la opinión de los españoles. Ello ante lo que según los populares son maniobras del presidente para no dar explicaciones por los casos de corrupción que eventualmente afectan a su partido, al Gobierno y al entorno familiar de Pedro Sánchez.

Según fuentes populares, el sondeo encargado por ellos manifiesta que el 77,6 % de los españoles considera que la estrategia de Sánchez está pensada para continuar en el poder y no dimitir. Añade la muestra que el 54,1% cree que su retiro temporal para pensar si dimite como presidente del Gobierno es una mera estrategia de supervivencia, diez puntos por encima de los que creen que se debe a su hartazgo con las informaciones de la prensa sobre los eventuales casos de corrupción de su partido y la labor de mediación de su mujer.

Los motivos de Sánchez

Aunque el argumento fundamental de la carta de Sánchez a los españoles es la pregunta de si merece la pena seguir en la presidencia del Gobierno por la investigación judicial a su mujer, detrás de su decisión hay otra serie de motivos que habrían precipitado la actuación del presidente del Gobierno, entre otras su incapacidad para legislar.

El Gobierno no puede legislar. Desde el mes de mayo del 2023, cuando se aprobó la Ley de Vivienda, con la limitación al 3 % de la subida de los alquileres para este año, solo se ha aprobado otra ley.

Además. ante las dificultades con sus socios por lo elevado de sus exigencias, Pedro Sánchez se veía obligado a renunciar a presentar la Ley de Presupuestos Generales del Estado para el 2024. El enumerado de las exigencias que ya han anticipado los representantes de Junts y ERC para el 2025 son tales que hace difícil pensar en que ese año haya presupuestos.

Al Gobierno además le persigue la eventual trama de corrupción del conocido como caso Koldo Aguirre, que podría afectar al exministro y exsecretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos y al mediador Víctor de Aldama con comisiones de investigación tanto en el Congreso como en el Senado que durante meses va a estar llenando de mensajes preocupantes a la opinión pública.

Además, a petición de Francia, que cuenta con nuevos datos, se ha reabierto el procedimiento judicial del ´caso Pegasus´, causa que fue archivada provisionalmente en julio de 2023, debido a los nuevos antecedentes que han enviado las autoridades judiciales francesas. Paría también intenta determinar la identidad de quienes intervinieron y extrajeron información de los teléfonos móviles de diversas autoridades de Francia, entre ellas su propio presidente Emmanuel Macron.

En España, el ´caso Pegasus` puso en jaque la seguridad nacional al estar relacionado con el espionaje de los teléfonos móviles del presidente del Gobierno y de los ministros de Defensa, Margarita Robles; del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; y del ministro de Agricultura, Luis Planas entre junio y julio de 2021.

También habría pesado sobre la decisión del presidente las previstas dificultades de aplicación de la proposición de ley de amnistía una vez que sea aprobada, probablemente el mes próximo, si se plantea una cuestión prejudicial ante los tribunales de la Unión Europea como ya han dado a entender diversos colectivos de las organizaciones judiciales.

Resulta difícil reunir más inconvenientes para gobernar un país con normalidad. Por ello, llegado el momento en que la permita la ley es muy previsible que la propia ingobernabilidad del país conduzca a la repetición de los comicios electorales.

Tanto si llega ese momento de nuevas elecciones una vez que se haya cumplido el año de la convocatoria de las pasadas elecciones, como si Pedro Sánchez sigue siendo el presidente del Gobierno, por el bien de toda la ciudadanía debería evitar la criminalización indiscriminada de “la derecha y la ultraderecha” como ha hecho en tantas ocasiones el presidente.

El presidente del Gobierno, debe ser el presidente de todos los españoles. Desde la Segunda Guerra Mundial a nuestros días el centro y la derecha europeos, entre ellos el centro derecha español, han jugado un papel decisivo en la construcción de la Europa nacida de los tratados de la Unión Europea que ha generado el período de paz más largo que se recuerda en Europa.

Una gran parte del paquete de las políticas sociales más avanzadas del mundo, como son las de Francia o Alemania, en las que tantas veces se ha mirado España, ha sido diseñada, negociada y puesta en práctica por partidos del centro y la derecha.

Una gran parte de los nuevos derechos sociales y laborales de nuestro país se han recuperado gracias a la Unión de Centro Democrático y al propio Partido Popular. Criminalizar de forma generalizada sus actuaciones, como hacerlo también de los jueces y medios de comunicación que no secundan sus actuaciones, supondría un riesgo para el Estado social y democrático de derecho que los españoles nos hemos dado.

Artículos relacionados