Y a ese panel de rica miel se ha apuntado la izquierda política y social del país, como es el caso de Sumar y su lideresa Yolanda Díaz, vicepresidenta además del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez, que junto a un sector socialista complaciente del mismo Ejecutivo aprovecha para demandar la prórroga sine die del "impuestazo" extraordinario exigido a los grandes bancos por sus beneficios en España.
En un baile social que promete ritmo, a la banca le ha surgido el que problema añadido que cabría esperar. Los sindicatos del sector, como correa de las posiciones políticas y sociales de algunas de sus siglas, quiere un pedazo de la tarta de los beneficios. Y ya están moviendo ficha, sin descanso, ,
Los sindicatos mayoritarios del sector financiero, UGT, CCOO y FINE, fundamentalmente, hayan convocado a los trabajadores para realizar paros este mes próximo en busca de una mejora en las ofertas de incremento salarial presentadas en las mesas de negociación de los nuevos convenios colectivos.
El objetivo es presionar a la patronal con la amenaza de una huelga para lograr que los beneficios de las entidades también lleguen a los trabajadores. Ni la Asociación de Banca Privada (AEB) ni la CECA han querido hacer declaraciones sobre este asunto, lo que es tradicional, una vez consultados por www.capitalmadrid.com. Es. lo normal, ya que no suelen hablar sobre el proceso de negociaciones salariales dejando a los sindicatos que mareen la perdiz.
Lo cierto es que la banca La banca española batió récord de beneficios en 2023 pero también de impuestos abonados a las arcas públicas, que fueron superiores a.493 millones de euros en concepto del nuevo impuesto a la banca, lo que supondría un alza del 33,3% respecto a sus contribuciones del año pasado. Además hay que contar el impuesto de sociedades que, obviamente, depende de los resultados de cada entidad. Pero que rondan un tipo medio del 20%
Calendario tortuoso
Respecto a las movilizaciones, el primer paro parcial está convocado para el próximo 26 de febrero y en caso de no producirse avances en las actuales negociaciones del convenio han convocado una huelga de 24 horas para el próximo 22 de marzo. Antes, los sindicatos tienen prevista una manifestación en Madrid para este jueves 8 de febrero.
Los sindicatos se quejan de que las propuestas de las patronales y empresas del sector financiero se encuentras a años luz a la hora de sus requerimientos para compensar la pérdida de poder adquisitivo de las plantillas en los últimos años. Por el contrario, no dudan en elevar las retribuciones de la alta dirección e incrementar los dividendos a los accionistas de forma sistemática, ignorando las reivindicaciones y necesidades de los trabajadores.
Convenio bancario enquistadp
Al respecto, consideran que las propuestas de incremento salarial de las tres patronales del sector financiero son mínimas comparadas con la carestía de la vida. Las patronales de las cooperativas de crédito ofrecen un incremento salarial del 8%. La del ahorro, CECA, ha ofrecido a los sindicatos, en su última reunión, una subida del 7% en un plazo de cuatro años, con la posibilidad de un alza adicional vinculada a la rentabilidad.
La oferta se alinea con la de la patronal de la banca AEB que, en su cuarta reunión mantenida en enero, también ofreció a los sindicatos un alza salarial del 7%. En su caso, propone que un convenio a cuatro años en lugar de a tres, con una subida salarial del 2,25% en 2024 y 2025 y sendos incrementos del 1,25% para 2026 y 2027. Incrementos que se realizarían con compensación y absorción.
Este ofrecimiento se encuentra muy por debajo de la subida entre el 10% y el 13% pactada en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) y dista mucho del planteamiento inicial de los sindicatos, que consiste en una subida de entre el 17% y el 23% en tres años con carácter universal y sin compensación, absorción ni mecanismos similares, que neutralizan las subidas pactadas en convenio y las incluyen en pluses y bonificaciones.
También piden el tope máximo del 1% a los intereses que se les cobran a los empleados cuando piden un préstamo a la entidad. Motivos que han llevado a los sindicatos a rechazar de plano las ofertas puestas sobre la mesa por la patronal, lamentando al mismo tiempo su empecinamiento en ellas. "Una posición que solo va a lograr enquistar aún más las negociaciones del convenio", apuntan desde los sindicatos.
Recuperar poder adquisitivo y menor carga laboral
“Lamentablemente”, apuntas los representantes de las las organizaciones sindicales, “Banco Santander, CaixaBank, BBVA, Sabadell, Unicaja, Bankinter, Abanca, Cajamar, Deutsche Bank, Ibercaja, Cecabank… están apostando por el inmovilismo, con propuestas a años luz de esos beneficios, del incremento de retribuciones de la alta dirección y, sobre todo, del merecimiento de la plantilla”.
Ante esta posición los tres grandes sindicatos del sector han optado por poner en marcha un progresivo calendario de movilizaciones, a la que invitarán a participar a otros sindicatos presentes en las Mesas respectivas. El primer paso será una manifestación en Madrid el 8 febrero y, a partir de ahí, continuarán con otras actuaciones y concentraciones en las juntas de accionistas, y “hará un llamamiento a la implicación de las plantillas en forma de paros en los próximos meses, si no se producen avances suficientes”.
Algunos trabajadores de oficinas bancarias, sin embargo, se han mostrado un tanto pesimistas con la huelga pues buena parte de sus salarios están ligados a los complementos y las bonificaciones y el riesgo a perderlos perjudicará a su seguimiento. No obstante, reconocen que existe una preocupación generalizada, ya no tanto por el tema salarial, que también, sino sobre todo por la carga de trabajo que se asume por los recientes ajustes de plantilla.