El banco ha prorrogado hasta el próximo 14 de noviembre las condiciones (la oferta finalizaba inicialmente el 30 de septiembre) de la cuenta. Un producto que, según reza la página web de la entidad, ya ha sido contratado por más de 400.000 personas al calor de unas condiciones que son las más atractivas del momento entre los bancos españoles sumando todos los conceptos.
Además del citado 2,5% TAE durante el primer año para un saldo máximo de 50.000 euros, Sabadell ofrece 300 euros adicionales a quienes domicilian la nómina y además contratan el servicio de Bizum de la entidad. En total, el nuevo cliente se puede embolsar hasta 1.250 euros el primer año. Una cantidad que no puede seguir el grueso de las entidades españolas que pagan vía cuentas tradicionales o en efectivo.
Además, Sabadell amplía su oferta durante mes y medio, un período muy amplio que desafía el nuevo escenario de tipos de interés. En estos momentos, el mercado está descontando que el Banco Central Europeo (BCE) podría volver a bajar el precio oficial del dinero otros 25 puntos básicos en la reunión de este mes de octubre. Todo parece indicar que los últimos datos macro en la zona avalan este movimiento a la baja.
Fuera a la competencia a mantener ofertas
Por lo tanto, los competidores de Sabadell se ven obligados a mantener las retribuciones altas en cuentas para evitar fugas a otras entidades, entre ellas aquella que parecía más débil cuanto BBVA empezó su asalto. Si alguna entidad nacional confiaba en que sus rivales bajaran la guardia con los tipos de interés en franca caída, sus expectativas han fallado y tendrán que seguir pisando el acelerador en cuentas y sacrificando márgenes.
Por lo tanto, a la guerra hipotecaria que está librando el sector financiero -y en la que Sabadell también es protagonista- se suma la de las cuentas, donde Bankinter, EVO Banco, EBN Banco o MyInvestor también son muy activos en cuentas tradicionales, con remuneraciones que en el caso de EVO superan el 3% y permiten ganar hasta 903 euros durante los primeros doce meses.
En la otra modalidad, la de los pagos en efectivo, Cajamar paga hasta 500 euros a los nuevos clientes que domicilien ingresos de al menos 4.000 euros, mientras que Santander y Unicaja llegan a los 400 euros. Abanca y Deutsche Bank ofrecen 370 y 360 euros, respectivamente. En estos casos, los nuevos clientes tienen que aceptar períodos de permanencia que van desde los dos hasta los tres años.
Por lo tanto, la batalla de las cuentas sigue en todo lo alto, con Sabadell elevando de nuevo la presión sobre el conjunto del sector. A la espera de las nuevas decisiones del BCE, las entidades asumen que tendrán que seguir poniendo los márgenes en juego para aguantar el tirón al menos hasta que termine un 2024 en el que la competencia crece en todos los segmentos.