Esta tec­no­logía atraerá un fuerte flujo de in­ver­sión en los pró­ximos años

La Inteligencia Artificial será clave para combatir los ciberdelitos

Una nueva he­rra­mienta lla­mada a re­vo­lu­cionar el fu­turo de la ci­ber­se­gu­ridad

Sin título
Albiñana... forma atacada.

La lucha contra la ci­ber­de­lin­cuen­cia, que desde poco se en­cuentra en ni­veles ré­cord, se ha con­ver­tido en la prin­cipal ob­se­sión de Gobierno, em­presas y ciu­da­da­nos. Conforme ha ido cre­ciendo el uso de la tec­no­logía se ha dis­pa­rado el nú­mero de de­lin­cuentes ci­ber­né­ticos en busca de apro­ve­char los res­qui­cios y las vul­ne­ra­bi­li­dades de la tec­no­lo­gía, ideando tác­ticas cada vez más so­fis­ti­cadas y ata­ques es­pe­cí­fi­cos.

Nadie está libre de ellos. Un buen ejemplo ha sido el reciente ataque a CMS Albiñana y Suárez de Lezo, uno de los principales despachos de abogados de España, especializado en derecho mercantil y que tiene como clientes a grandes empresas del Ibex 35.

Tras apoderarse de gran cantidad de archivos confidenciales, los ciberdelincuentes han solicitado un rescate millonario. Un ataque, pese a sus altos niveles de seguridad, que deja al bufete en una situación muy comprometida y quién sabe en qué medida compromete a sus clientes.

.

El robo de datos, como este, así como la suplantación de identidad o las estafas económicas por Internet, no dejan de crecer año tras año. El robo de identidad representa ya más del 82% de las violaciones de seguridad, según un informe de Verizon. Ante el avance de este tipo de delitos, la Inteligencia Artificial se está erigiendo como un poderoso aliado, revolucionando el cambo de la ciberseguridad.

Avance contra los ciberdelincuentes

La Inteligencia Artificial será de una de las actividades económicas más rentables en los próximos años según los rastreadores de tendencias. Y el campo de la ciberseguridad abre un campo de inversión especialmente atractivo.

Su capacidad predictiva, impulsada por el aprendizaje automático y los modelos de análisis avanzado, nos permite no solo identificar patrones sutiles de comportamiento malicioso, sino también adaptar nuestras defensas en tiempo real. De esta manera, se está estableciendo un nuevo estándar en la defensa proactiva. Así lo afirma Miguel Rego, director del área de Ciberseguridad en Immune Technolgy Insitute..

Desde el análisis de grandes volúmenes de datos hasta la identificación de patrones, la IA ha potenciado las capacidades de detección y respuesta en tiempo real a cualquier ataque cibernético. Estos sistemas inteligentes pueden no solo reconocer y aislar comportamientos anómalos en una red, sino también anticipar posibles amenazas mediante la observación de tendencias, patrones o incoherencias que podrían pasar desapercibidas para los métodos de seguridad convencionales.

Esta capacidad de análisis contextual y respuesta automática ha elevado el umbral de eficacia en la defensa cibernética frente a otros sistemas, estableciendo un estándar más alto para la seguridad digital en un entorno caracterizado por su rápida evolución.

Una herramienta con desafíos éticos

El enfoque basado en el uso de la inteligencia artificial como herramienta para hacer frente a los ciberdelincuentes no solo se limita a la etapa inicial de inicio de sesión, sino que se integra de manera continua a lo largo de la experiencia del usuario. Al monitorear constantemente los patrones de comportamiento, la IA puede adaptarse dinámicamente a medida que el usuario interactúa con la plataforma. Esto implica un análisis constante de cada sesión iniciada, evaluando la autenticidad de las transacciones, el acceso a datos sensibles y las actividades inusuales.

Conviene recordar, señalan en Immune, empresa de formación especializada en el sector tecnológico a nivel europeo constituida en 2019, que el uso de la IA en ciberseguridad plantea también otros desafíos éticos y de privacidad muy a tener en cuenta.

La necesidad de asegurar la transparencia y la responsabilidad en el desarrollo y aplicación de algoritmos es crucial para evitar posibles riesgos, marcando así punto de inflexión en la defensa digital. Su integración continua y el desarrollo ético son fundamentales para fortalecer la resiliencia cibernética, lo cual atraerá un fuerte flujo inversor durante los próximos años.

Artículos relacionados