BOLSA

Adolfo Domínguez, el salto de la rana

Las ac­ciones de Adolfo Domínguez si­guen mo­vién­dose a im­pul­sos. El valor pasa así de no mo­verse du­rante días y días a bajar y re­botar de forma inopi­nada. Algo que los ana­listas con­si­deran ne­ga­tivo. El valor ne­ce­sita un cre­ci­miento con­tinuo y pro­lon­gado y no dar saltos sin sen­tido.

Es cierto que la compañía está recuperando la senda de la rentabilidad en busca de seguir creciendo de forma sostenible. Sin embargo, las pérdidas de 3,5 millones de euros, profundizando en el resultado negativo registrado en igual período del año pasado sigue siendo una fuente de preocupación hasta que las inversiones realizadas empiecen a reflejarse en las cuentas.

La apuesta continuada por el desarrollo de proyectos de digitalización y las nuevas aperturas de tiendas sienta las bases para crecer de forma sostenible con la internacionalización y la innovación como principales motores de futuro.

En este sentido, los operadores esperan con especial interés los resultados correspondientes a su primer trimestre fiscal cerrado en agosto. Confían en que las ventas internacionales, que crecieron un 32 % en el primer trimestre, continúen impulsando el crecimiento de la marca de moda.

Eso estaría justificando las ganancias de más del 55 % acumuladas por el valor en el ejercicio. Tras este avance, sin embargo, la acción parece haberse estancado en torno a los 6 euros por acción a la espera de nuevas noticias. En la actualidad su principal soporte se encuentra sobre los 5,4 euros mientras que su resistencia se sitúa sobre los 6,8 euros, máximos del año. Si las cuentas confirman las buenas perspectivas gracias al éxito de la temporada de verano, podría intentar el ataque a este nivel en el corto plazo.

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