El valor ha caído más de un 5 % en agosto y ya acumula una caída anual cercana al 10 %. El plan estratégico lanzado por el grupo la pasada primavera hasta 2024 sigue así sin calar en el mercado.
A final de ese año prevé alcanzar un beneficio neto superior a los 42 millones de euros, lo que supondría multiplicar por más de cuatro el resultado del pasado ejercicio. Un ambicioso objetivo sustentado en la creciente internacionalización, apuntalada con la adquisición de la italiana Mondo TV Studios, y una mayor monetización de su área de contenidos, donde ha invertido más de 45 millones de euros en los últimos años.
La compañía estima que esta área aportará 84 millones de euros de ingresos en 2024 frente a los 7 millones de euros del pasado ejercicio, lo que impulsará su cifra de negocio hasta los 178 millones de euros.
Squirrel también confía en seguir creciendo, aunque de forma menos intensa, en sus áreas de publicidad, media y en especial en servicios TMT, a través de la cual ha desembarcado en África con contratos en Guinea y Argelia, gracias a las fuertes inversiones realizadas que deberían empezar este año a plasmarse en sus fundamentales.
Así, de hecho, lo empiezan a reflejar sus cuentas. El grupo de comunicación presidido por Pablo Pereiro Lage ha confirmado sus previsiones de crecimiento en el primer semestre con un beneficio de 6,5 millones de euros, un 42 % superior al de junio de 2022.
Con todo, la acción no acaba de reaccionar y sigue adentrada en una profunda tendencia bajista iniciada en febrero de 2021. Desde entonces, su precio ha caído a la mitad poniendo en juego una crítica zona de soporte sobre los 2 euros por acción, lo cual genera serias dudas entre los inversores.