OPINIÓN

EEUU y España: dos economías firmes y un malestar político creciente

La eco­nomía nor­te­ame­ri­cana de­muestra una so­lidez ines­pe­rada, pese a la po­lí­tica mo­ne­taria res­tric­tiva

Trump y Biden.
Trump y Biden.

Ocho can­di­datos re­pu­bli­canos asisten en Estados Unidos a las pri­ma­rias de su par­tido. A la pre­gunta que le­vanten la mano quienes no se opon­drían a la can­di­da­tura de Donald Trump si fuese con­de­nado por los de­litos que se le impu­tan, seis de los ocho can­di­datos le­vantan el brazo. Aceptarían su no­mi­na­ción.

Entre ellos Mike Pence, el exvicepresidente de Trump, opuesto a anular la nominación del candidato demócrata, Joe Biden, ganador legítimo de las ultimas elecciones. Seis candidatos levantan el brazo mientras el mensaje MAGA (Make America Great Again) sigue extendiéndose de manera imparable por los EEUU.

Los datos económicos del primer trimestre de la economía estadounidense mostraban una sólida y robusta situación. Una señal para afinar la estrategia de una política monetaria más exigente. Ahora bien, en vísperas de la reunión de los banqueros centrales en Jackson Hole aquellas perspectivas de la economía real eran menos brillantes.

Observadores de primera fila ante este cambio apostaban por una actitud mucho más contenida del Banco de la R.F. No esperaban ninguna acción inmediata sino más bien un compás de espera. Tipos de interés invariables hasta comprobar la evolución de la economía real.

Los últimos datos del mercado laboral estadounidense mostraban que la oferta de puestos de trabajo se situó en julio al nivel más bajo de los dos últimos años, a la vez que el número de trabajadores que dejaban su empleo se estaba reduciendo ante las menores oportunidades de encontrar un puesto laboral más atractivo.

Dudas para los gestores de la política monetaria y en consecuencia más estabilidad en la renta fija y en la renta variable. No bajaba la cotización de los bonos y obligaciones del Tesoro y en consecuencia no subían los rendimientos.

En la UE los datos económicos son algo menos favorables que en los Estados Unidos. Así mismo, la inflación en la muy virtuosa Alemania marcó en agosto una cota del 6,3%. Mientras que en España cuyo peso en la UE es muy inferior el IPC de agosto se situó en el 2,3%. Pero la inflación no ha bajado en la UE. Una señal para que el BCE sugiera que el tipo de interés pudiese subir un cuarto de punto este próximo otoño.

Interrogantes en Europa e interrogantes en Estados Unidos sobre cual sería el tipo de interés neutral, es decir, aquel que no estimula la actividad pero tampoco la deprime.

Interrogantes así mismo sobre la posición de los Estados Unidos con el resto del mundo. La balanza de bienes y servicios en el primer semestre de 2023 muestra un déficit con el resto del mundo de 388.764 millones de dólares. El déficit de la balanza de mercancías llega al medio millón de dólares mientras que el saldo de los servicios muestra un superávit de 122 millones de dólares.

En cuanto a la posición internacional sobre activos y pasivos con el resto del mundo los datos muestran que las inversiones exteriores de los Estados Unidos, 37,1 billones de dólares, se sitúan muy por debajo de los activos del resto del mundo, 49,5 billones de dólares. En España la balanza de pagos con cuenta corriente en julio marcaba un superávit de 19 mil millones de euros (déficit de 2 mil millones en el primer semestre de 2021).

Aunque exportaciones e importaciones han recortado su dinamismo los indicadores sobre la entrada de turistas en España en julio y agosto se ganarían nuevos superávits.

No hay crisis económica en España como tampoco la hay en Estados Unidos, lo que sí hay es un apabullante malestar político. El MAGA en Estados Unidos y el rechazo a Sánchez y su gobierno por una gran parte de la ciudadanía. Rechazo político a los demócratas y al gobierno de Sánchez a pesar del buen hacer económico. Un malestar que como decía Janan Ganesh es "peor que cualquier crisis".

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