El que fuera presidente de Galicia, aupado a la dirección del partido tras el fiasco de Pablo Casado con Isabel Ayuso, va dando bandazos en cuestiones políticas fundamentales, como son la relación del PP con Cataluña y con sus líderes independentistas. Si bien, este domingo ha tratado de dar una respuesta contundente a las ambiciones de Sánchez.
Lo único indudable del futuro gobierno y del futuro de España, es que Sánchez lo quiere volver a presidir al margen de las cesiones que deba hacer a los independentistas, que en las últimas horas han vuelto a insistir en que sus exigencias son claras y que quien les necesita es el Gobierno, no ellos a Sánchez.
En esta ocasión, la aclaración la hacía directamente en las redes sociales el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Unas horas después de que la vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, afirmase en una entrevista publicada este domingo en ‘La Vanguardia’ que “donde hay un acuerdo no caben unilateralidades” y que “cuando una parte se sienta a negociar ya está renunciando a la unilateralidad”, Puigdemont advertía a través de un mensaje en las redes que “pienso que alguien se confunde”.
El líder de Junts, cuyos votos son necesarios para la investidura de Pedro Sánchez, añadía que “no somos nosotros los que necesitamos apoyos para ir a la investidura…a ver si nos entendemos: las condiciones no las pone quien te pide ayuda".
Pese a todo, Puigdemont ha sido moderado en la advertencia. Tiene razones muy poderosas. Él sabe que el Gobierno en funciones le ha pedido ayuda para repetir mandato, pero este mismo Gobierno también sabe que Puigdemont necesita ayuda para no ser repatriado y enviado a la cárcel en el caso de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea le levante de forma definitiva la inmunidad parlamentaria, como ya hiciera con anterioridad el Tribunal General.
Sánchez no aclara lo que está dispuesto a ceder
Aunque el secretario general del PSOE es tan opaco en su proyecto de Gobierno como lo es Feijóo, de lo que está convencido es de su ambición. Así, Sánchez gritaba ante unos 2.500 asistentes a la Festa do Socialismo de Galicia, en la carpa levantada en Oroso, según las estimaciones de los organizadores, que “el camino que empezamos hoy tiene dos paradas: un Gobierno progresista en Madrid y un Gobierno progresista en Galicia”. Para que no quedara ninguna duda de su convicción concluía “lo habrá”.
En su intervención de menos de 20 minutos, Sánchez no ha aclarado nada. No ha mencionado ni una sola vez la palabra amnistía, pero ha insistido en repetir los mismos mensajes que en las escasas comparecencias que ha tenido hasta ahora tras las elecciones del 23 de julio, “habrá un Gobierno progresista en Madrid”, “buscaré votos hasta debajo de las piedras” y “vamos a darnos el gusto de acabar con el Gobierno del Partido Popular”. Se supone que en este caso se refería en Galicia a cuando lleguen las próximas elecciones, algo que se antoja más complejo de lograr que en el Gobierno de la nación.
Sánchez tampoco ha aclarado nada de cómo evolucionan las negociaciones con los nacionalistas. Eso sí, ha puesto especial interés en evidenciar el desprecio más absoluto que profesa al líder del PP. Así, en su intervención en Oroso las críticas a Feijóo han llegado a lo ridículo. Para Sánchez “con el salto de Feijoo a Madrid ganasteis los gallegos y perdimos el resto de los españoles”. Para incidir que “no sé si Madrid y la política nacional le viene grande o le pilla lejos, pero fuera de Galicia nos habéis dado gato por liebre, pensábamos que daba para más”.
Aunque tampoco ha dicho una palabra sobre lo que piensa hacer sobre las exigencias de los nacionalistas para convocar un referéndum, ha forzado la ironía pese a la gravedad de las incertidumbres a las que nos conducen las exigencias, sobre todo de Junts y ERC.
Para Sánchez la convocatoria de un acto del PP en Madrid contra la amnistía y en contra de la investidura del PSOE porque España se rompe, es el último disparate de Feijóo. Pero según el líder del PSOE, España no se rompe lo que hace es bostezar “ante la pérdida de tiempo de la investidura de Feijoo”.
Feijóo lamenta las cesiones de Sánchez a los nacionalistas
A no más de 16 kilómetros de donde se encontraba el presidente del Gobierno en funciones arengando a sus simpatizantes, el candidato popular a la Presidencia del Gobierno, se lamentaba también este mismo domingo de las cesiones que Sánchez está haciendo a los partidos independentistas. El argumento utilizado por el líder popular es que estas cesiones van en contra de la igualdad de todos los españoles que consagra la Constitución.
Feijóo ha presumido de liderar un “partido de Estado” defensor de esta igualdad de todos los españoles porque “nunca en 45 años hemos tenido que defender con tanto énfasis un principio básico y fundamental que diferencia la democracia de las dictaduras que es la igualdad de todos los ciudadanos y en consecuencia de todos los españoles”.
Y ha explicado que va a defender esta igualdad también a través de la calle, de las manifestaciones, como la prevista para el próximo día 24 en Madrid. Convocatoria a la que Núñez Feijóo ha invitado a todos los que quieran ir, porque lo que está pasando necesita de una respuesta conjunta de todos quienes se oponen a la exigencia que los independentistas hacen a Pedro Sánchez.
Entre esos todos, Feijóo ha hecho especial mención a los últimos expulsados del PSOE. Partido que, en comunidades del interior, como en Castilla-La Mancha, está viviendo con tensión los cambios de criterio de Pedro Sánchez sobre la amnistía y el referéndum para conseguir la presidencia del Gobierno.
Los nacionalistas han sido muy claros. En las últimas 48 horas, además de Puigdemont, las portavoces en Madrid, tanto de Junts como de ERC han precisado que, sin cesiones claras en el ámbito de la amnistía y el referéndum, no hay presidencia.
¿Por qué está tan seguro Sánchez de que será presidente?