Los analistas dan a Fluidra un precio objetivo medio de 20,6 euros que el valor ya superó en la primera quincena de agosto y que ha vuelto a rozar de nuevo en la primera de septiembre. Pero en los dos casos, los inversores han realizado beneficios en una demostración de que, de momento, el grupo catalán no tiene cuerda para más. Y los inversores bajistas, ávidos buscadores de oportunidades, han tomado nota.
Los 'hedge funds' se reparten algo más del 3% de la compañía. Un nivel extraordinario por muy alto de una posición corta repartida entre hasta cuatro fondos. Por lo tanto, la presión bajista es grande sobre un valor que, sobre el papel, ya no tiene potencial alcista en bolsa después de una subida que ha llegado a superar el 40% a lo largo de un año en el que sólo Rovi e Inditex brillan más en bolsa.
Tras superar los 20 euros el 12 de septiembre, Fluidra encadena ahora tres descensos consecutivos, aunque sigue muy cerca de su resistencia clave. Por el camino, Kintbury Capital ha subido su posición corta hasta el 0,63%. Un 0,69% tiene Ako Capital, un 0,77% Arrowstreet y un 1% Fosse Capital. Poco a poco, estas firmas han elevado la presión sobre la compañía española hasta niveles que se parecen mucho a los de diciembre.
Origen del valor
Hay que recordar de dónde viene Fluidra. El valor está rebotando con fuerza tras el desplome sin paliativos de 2022, cuando la acción bajó desde los 35 hasta los 14 euros con revisiones a la baja de previsiones incluidas. Entonces, los 'hedge' fund también construyeron un bloque de posiciones cortas superior al 3% que tuvieron que reducir sensiblemente en el arranque de 2023 ante el avance incontenible de la cotización.
Por cierto que, por entonces, los analistas valoraban la acción de Fluidra en los 20 euros de hoy. No se equivocaron, como tampoco lo hicieron los 'hedge' que apostaron por el desplome del año pasado. "Serán claves los resultados del grupo, que deben confirmar que la compañía ha vuelto a la senda de la estabilización de las ventas en un entorno macroeconómico todavía muy incierto", señala un analista del valor.
Por lo tanto, la compañía afronta una fase de 'impasse' tanto del negocio como de su andadura bursátil. El mercado dio un voto de confianza al grupo tras los resultados del primer semestre del año que reflejaron un descenso de en torno al 20% de las ventas y del ebitda. Además, el grupo redujo previsiones. Pocas semanas después, firmaba máximos del año en bolsa. Ahora, sin fuerzas para superar los 20 euros, se libra un batalla entre alcistas y bajistas sin favorito claro.