Hasta ahora, las Letras del Tesoro han sido las favoritas indiscutibles de los inversores de a pie, que se han cargado de títulos del Estado hasta niveles nunca vistos. Al cierre del junio, familias y empresas tenían conjuntamente casi la tercera parte de toda la deuda a corto plazo emitida por el Estado. Es decir, cerca de 23.000 millones de euros que expresan la fiebre compradora que se ha vivido en los últimos meses.
Pero el último tercio del año trae algunas novedades. La más importante es el estancamiento de la rentabilidad de las Letras. Después de las subastas de septiembre, la de los títulos a 6 y 12 meses es prácticamente igual, del 3,65% y del 3,67%. Niveles prácticamente iguales a los de la subasta de agosto. Y en el caso de las Letras a 3 y 9 meses, los rendimientos se sitúan en el 3,49% y en el 3,73% respectivamente.
Lejos quedan los máximos de este año y las expectativas de tipos de interés del 4% que los más optimistas pronosticaban cuando empezó el verano. "A la espera de lo que decida el Banco Central Europeo (BCE) este jueves, da toda la impresión de que ya se han visto los máximos rendimientos de las Letras. Comprar a estos niveles sigue siendo atractivo, pero lo cierto es que ahora hay muchas más posibilidades de ganar más en otros productos", señalan fuentes del sector.
La banca lo supera ya
Efectivamente, son muchos más ahora los depósitos que superan las rentabilidades de las Letras del Tesoro. Incluso la banca española ha entrado en acción con productos de alto rendimiento que alcanzan el 4%. Es el caso de Arquia Banca, que está pagando este porcentaje en el plazo de 6 meses, aunque a cambio hay que domiciliar ingresos o contratar productos financieros de la entidad desde 5.000 euros.
Nada que no esté al alcance de muchas personas que están pensando en cambiar de banco. Pero la realidad es que ya hay alrededor de una decena de depósitos puros que han roto la barrera del 4% tanto en el plazo de seis como de cuatro meses y que en estos momentos se perciben como una alternativa muy real a las Letras del Tesoro que, por otra parte, ven como se empieza a desinflar ligeramente la demanda.
La semana pasada, la demanda fue de 1,81 veces el importe adjudicado, frente a las 1,93 veces de la puja de agosto a 6 y 12 meses. Y este último martes se centró en el plazo más corto. Parece claro que la demanda ha entrado en una fase de mayor moderación porque, entre otras cosas, muchas familias ya han colocado el grueso de sus ahorros en subastas anteriores. Hay por lo tanto menos liquidez disponible después del aluvión de compras.
Pero son muchos también los que vuelven a recuperarla. "Muchos de los que invirtieron en Letras y han recuperado la inversión más los intereses tienen que tomar la decisión de reinvertir su dinero, y ahora tienen muchas más posibilidades. Lo normal es que combinen Letras y depósitos en un escenario que cada vez es más favorable para el inversor", señalan en una de las mayores gestoras del país.