Mediante este acuerdo, la cotizada española suministrará energía verde a Enel Generación Perú procedente del parque solar Matarani, que está ubicado en la región peruana de Arequipa. Le proveerá un total de 2,7 TWh procedentes de su planta andina en un período de 15 años
Esta planta contará con una potencia pico de 97 MW una vez que entre en funcionamiento el próximo año y se convertirá es la tercera instalación renovable (solar y eólica) más grande de Perú. Con una capacidad de producción anual de 260 GWh, la instalación se encuentra en el desierto de Mollendo, en el departamento de Arequipa, una de las zonas con mayor radiación solar del mundo.
En cuanto esté a pleno rendimiento, la planta abastecerá el sistema nacional con energía renovable equivalente al consumo de 62.000 hogares aproximadamente. Con esta iniciativa, da un paso más en su objetivo de ser un aliado en la descarbonización de la economía y la lucha contra el cambio climático fomentado el uso de energías renovables. Gracias a Matarani, un total de 56.092 toneladas de CO2 dejarán de emitirse de forma anual.
Esta iniciativa servirá, además, para generar un impacto positivo en las comunidades locales. El objetivo del grupo es jugar un papel destacado en la dinamización de la economía de la región de Arequipa a través de la contratación de mano de obra local, así como con la puesta en marcha de un programa de desarrollo de la zona.
La compañía cuenta con una dilatada experiencia en el país andino, donde está presente desde 2014 y en el que cuenta con una plataforma de cerca de 1GW. De hecho, Latinoamérica es, junto con Estados Unidos y Europa, una de las tres regiones en las que la empresa opera. En todas ellas tiene ambiciosos planes de expansión.
Este contrato se suma al reciente anunciado por Grenergy en Chile para su planta solar Gran Teno (241 MW), reafirmando su posición como uno de los actores del mercado con más acuerdos de venta de energía a largo plazo en lo que va de año. El grupo cuenta en la actualidad con un total de 1,6 GW de potencia contratada a largo plazo y negocia otros 1,5 GW en distintos mercados.
Con todo, su cotización lleva más de un año en tendencia bajista, desde principios de enero la acción cae más de un 14 %, debido a la erosión general del sector por culpa de los precios y los mayores costes. En el caso particular de Grenergy, además, no se observa un soporte claro a corto plazo en su perfil técnico, lo que invita a acentuar la prudencia ante posibles nuevas correcciones incluso a pesar de los récords de producción que está experimentando la energía verde.