El sector pierde miles de ac­cio­nis­tas, que es­peran el mo­mento para en­trar de nuevo

Los accionistas minoritarios de la banca ejercen como avezados tiburones en Bolsa

Los pe­queños se mueven con una agi­lidad inau­dita en el ca­pital de los bancos

Bolsa de Madrid.
Bolsa de Madrid.

Los al­re­dedor de 5,5 mi­llones de pe­queños ac­cio­nistas que se re­parten el ca­pital de los seis bancos es­pañoles co­ti­zados están ejer­ciendo de ave­zados es­tra­tegas en Bolsa. Siguiendo el clá­sico con­sejo bur­sátil de dejar que el úl­timo euro lo gane otro antes que ex­po­nerse a perder lo ga­nado, están ven­diendo a es­puertas tí­tulos de los bancos que más suben en los úl­timos meses y com­prando en los más re­za­ga­dos.

De lo que se trata en definitiva es de aprovechar los rallies para realizar beneficios y, en paralelo, de subirse al carro de las correcciones para comprar. Los minoristas lo están haciendo a velocidad de vértigo, con un vigor que los convierte en perfectos tiburones que se lanzan con todo a por sus presas. En el primer semestre de 2023, han llevado al paroxismo esta práctica, que les está dando muy buenos resultados.

Los números no dejan lugar a dudas. A Santander y BBVA, que este año suben cerca de un 30% en Bolsa, se les han esfumado conjuntamente más de 135.000 accionistas en los seis primeros meses del año. Una cifra muy elevada y que condiciona la cifra final de todo el sector, ya que los accionistas de ambos bancos -con Santander muy destacado- suponen más del 80% del total de los seis bancos españoles cotizados.

La caída es más suave en CaixaBank, que aguanta por encima de los 600.000 accionistas. Y la cosa cambia totalmente en los bancos medianos. Sabadell y sobre todo Bankinter y Unicaja han reclutado más inversores a sus filas. Muy especialmente los dos últimos, que están siendo relegados en Bolsa por los gestores. Ambos cotizan con pérdidas en 2023 a pesar del indiscutible buen momento del sector en bolsa.

Disminución de accionistas

Lo que no es discutible es la dura realidad para el sector de que la cifra global de accionistas no deja de disminuir. Cada vez más lejos queda el récord de la pasada década, cuando llegó a contar entre sus filas con 6,15 millones de inversores. Ahora, después de un proceso de fusiones (la de CaixaBank con Bankia por encima de todas), alguna baja muy sonada (Banco Popular) y el alta de Unicaja tras la integración con Liberbank, el número de accionistas se ha estrechado mucho hasta los 5,5 millones.

"La banca no ha dejado de correr en bolsa en los tres últimos años, y muchos inversores han decidido recoger las ganancias y salir corriendo. Otros aprovechan para volver a comprar cuando hay caídas en las cotizaciones, pero es evidente que son muchos los que ya no hacen el camino de regreso. Cuanto más altas sean las valoraciones, más difícil será que se recupere la cifra global de accionistas", señalan fuentes del sector.

Si se mira más a largo plazo, las cifras son concluyentes. En los 10 últimos años, sólo Santander ha ganado accionistas. Pero hay que tener en cuenta que las cifras engordaron de forma espectacular en el tramo final de la pasada década de la mano del regalo de títulos a los clientes que contrataban productos como la Cuenta 1,2,3. Entonces, la entidad llegó a reclutar casi 4,2 millones de accionistas. Hoy tiene 3,8 millones.

Aunque el sector está haciendo un esfuerzo para retribuir más y mejor a sus accionistas y vuela con el viento a favor en bolsa de la mano de la subida de los tipos de interés, lo cierto es que ha perdido capacidad de seducción de cara a los inversores particulares. Un sector que fue sinónimo de estabilidad y de inversión a largo plazo es hoy más especulativo que nunca de la mano de unos pequeños inversores hiperactivos.

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