La disminución del precio medio por tonelada vendida ha tenido un impacto negativo de 57,5 millones de euros en los ingresos de la compañía en la primera mitad del año. Ente enero y junio, su beneficio ha caído un 64 %, hasta los 16,5 millones de euros. Eso ha elevado la cautela para respecto a la recuperación del sector químico en la segunda mitad del ejercicio.
El grupo prevé "el mantenimiento de la debilidad actual hasta finales de 2023 para luego mejorar gradualmente a lo largo de 2024". Los responsables de la compañía estiman que la alta incertidumbre, la debilidad de la demanda y la caída de precios y volúmenes afectarán negativamente a sus márgenes, por lo que "los resultados del segundo semestre serán previsiblemente inferiores a los del primer semestre".
El grupo químico que había estado entre las favoritas de muchos analistas para este año ha pasado así a quedar relegada a la lista negra. También entre los expertos técnicos. Tras poner en juego su principal línea de soporte sobre los 3 euros por acción el valor corre el riesgo de seguir profundizando las caídas hasta las inmediaciones de los 2,7 euros.
En ambos niveles, los expertos ven una cierta oportunidad de entrada con vistas a un rebote a largo plazo a la espera de que el grupo ofrezca explicaciones convincentes para el mercado. Quizás aguantar hasta el segundo nivel pueda hacer que se pierda el movimiento al alza, pero también ofrece menos riesgos de equivocación si el grupo tarda en remontar el vuelo.