Entre enero y junio, la compañía invirtió 3.047 millones de euros y ha aprobado una reducción del capital mediante la amortización de 60 millones de acciones propias, que se sumará a los 50 millones de títulos cancelados en junio.
Al cierre de este ejercicio, la energética habrá reducido su capital social en un 20%, muy por encima del objetivo del plan estratégico 2021-2025. La energética ha distribuido entre enero y junio un dividendo de 0,70 euros brutos por acción, un 11% más que en el ejercicio anterior. Entre los dividendos y la reducción de capital, supondrá en 2023 la distribución de cerca de 2.400 millones de euros a los accionistas.
Según la compañía, el primer semestre se ha caracterizado por un lento crecimiento de la economía mundial, marcado por las decisiones adoptadas en política monetaria y las tensiones internacionales derivadas de la guerra de Ucrania. En medio de este contexto, el precio del crudo Brent del Mar del Norte ha caído un 26%, el referente estadounidense de gas, el Henry Hub, cayó un 54%, y el margen de refino disminuyó un 29%.
Pese a la caída de los precios del petróleo y del gas, el consejero delegado Josu Jon Imaz, ha señalado que la compañía está obteniendo de forma constante “resultados sólidos en entornos retadores, mientras seguimos transformando la compañía y construyendo una oferta multienergética única que facilita una transición justa nuestros clientes”.
Aumenta un 10% la producción de crudo
En el negocio de exploración y producción, Repsol completó la incorporación del grupo inversor estadounidense EIG como socio estratégico de este negocio en una operación que valora esta área en 19.000 millones de dólares. La producción media en el primer trimestre alcanzó los 602.000 barriles de petróleo al día, un 10% más que en el mismo periodo de 2022.
Otro hito fue la adquisición en julio del 50,01% de la comercializadora CHC Energía recientemente autorizada por la CNMC, con la que se ha elevado la cartera de clientes de electricidad y gas hasta los 2 millones. Con esta compra, Repsol adelanta dos años la consecución del objetivo fijado en su plan estratégico 2021-2025 y se consolida como el cuarto operador en España en número de clientes de electricidad.
Inversión de 3.047 millones
El grupo invirtió 3.047 millones de euros principalmente en proyectos bajos en carbono. En línea con su plan estratégico, Repsol prevé que un 35% de las inversiones de 2023 se destinen a actividades enfocadas a reducir las emisiones. Durante la primera mitad el ejercicio el 43% de la inversión se realizó en España y un 39% en estados Unidos.
Respecto a la contribución fiscal, la energética aportó 7.343 millones de euros de los cuales el 67% (4.960 millones de euros) correspondieron a España. Los tributos propios devengados ascendieron a 2.286 millones de euros y representaron el 59% de los beneficios. Repsol contribuyó durante el periodo con una tasa sobre el Impuesto sobre Sociedades del 31%.
La deuda neta se situó al final del primer semestre en 797 millones de euros, un 9% por debajo del cierre de marzo y un 65% inferior a la del 31 de diciembre de 2022. La liquidez alcanzó 11.441 millones, suficiente para cubrir cerca de seis veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo.
La agencia de calificación estadounidense Fitch Ratings aumentó el pasado 1 de junio la calificación crediticia de Repsol a largo plazo hasta BBB+, con perspectiva estable, e incrementó la de corto plazo hasta F-1. Con esta decisión, Fich se ha alineado con las otras dos grandes agencias del mercado, S&P y Moody´s, que realizaron revisiones al alza de sus calificaciones a finales de 2022.
Imaz, con los analistas
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha asegurado que si se está esperando alguna gran adquisición de la compañía, "eso no va ocurrir", y ha subrayado que el grupo tiene clara una 'hoja de ruta' enfocada en la transformación de la empresa, así como en la distribución de las ganancias en dividendos para sus accionistas, con "la preservación del balance y la solidez financiera", informa EP.
En un conferencia con analistas para presentar los resultados del primer semestre, Imaz volvió a insistir en su intención de ser "el CEO más aburrido del mundo", como viene definiéndose últimamente, basándose, eso sí, en ser "prudente y predecible".
"No hay grandes adquisiciones previstas en el entorno actual", dijo, añadiendo, eso sí, que la compañía está abierta a "evaluar cualquier posibilidad que pueda respaldar su viaje de transformación", apuntó en referencia a "pequeñas adquisiciones" realizadas en los últimos tiempos, como la de la estadounidense Hecate Energy o, más recientemente, Asterion.
INVERSIONES EN HIDRÓGENO VERDE SI HAY RETORNO DE DOS DÍGITOS . Respecto a la apuesta de la multienergética por la carrera desatada en el sector por el hidrógeno verde, indicó que probablemente en los próximos meses Repsol tomarán dos electrolizadores a gran escala, en Bilbao para Petronor y Cartagena.
No obstante, aseguró que las decisiones de inversión en este área, al igual que en otros negocios, se adoptarán "si vemos que hay un retorno de dos dígitos".