Ahora, los tipos a los que los bancos se prestan entre sí descuentan que el proceso de subida de tipos que arrancó en julio de 2022 en la zona euro (y por extensión al otro lado del Atlántico) toca a su fin. Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), subirá el precio oficial del dinero este jueves otros 25 puntos básicos hasta el 4,25%, y hay quien ya se barrunta que puede ser el último alza después de una carrera alcista sencillamente impresionante.
"El mercado se está moviendo demasiado en los extremos. Es verdad que se han visto datos de inflación muy mejorados en economías clave como la estadounidense o la inglesa, pero de ahí a decir que los precios empiezan a estar bajo control hay un largo trecho. Hay cifras todavía contradictorias y en algunos casos inquietantes que no permiten cantar victoria en este momento", señalan en el departamento de análisis de un gran banco español.
La gran cuestión es si espera otra subida de otros 25 puntos básicos a la vuelta de la esquina. Es decir, en cuanto acabe el verano. Este movimiento estaba totalmente descontado hace tres semanas, pero hay quien empieza a ver el vaso lleno y cree que el BCE puede parar el carro tan pronto como este jueves. Eso es lo que, todavía sin demasiada brusquedad, está cotizando sólo en una pequeña parte el Euribor, cuya relajación es buena para casi todos.
Para los hogares, porque parece que el índice hipotecario ya no tiene mucha capacidad de subida. "Creo que los máximos de julio son un techo salvo que las circunstancias cambien de forma dramática. Lo normal es que el euribor registre a partir de ahora movimientos más cortos. No será fácil que caiga por debajo del 4% (ningún analista tiene esta opción entre sus previsiones para 2023) pero tampoco hay que pensar que pueda irse al 4,5%. De ninguna manera", explican en una gestora extranjera.
Alivio para la banca
Para la banca, esta corrección en marcha es un alivio porque le resta presión para seguir subiendo el precio de las hipotecas. El sector financiero está ajustando los tipos de los préstamos lo máximo posible, pero a la fuerza tiene que proteger sus márgenes. El alza de los costes de financiación está incidiendo en el negocio crediticio, por una combinación del endurecimiento de los criterios de concesión y un descenso de la demanda.
Para la banca, el negocio hipotecario es clave para atraer nuevos clientes a los que puede colocar otros productos financieros en sus ofertas con vinculación. De momento, sigue contando con una oferta de préstamos para vivienda muy competitiva, gracias a la política de remuneración cero de los depósitos. Si el euribor sigue perdiendo gas, podrá ratificar está estrategia a corto plazo.