La evolución del negocio en este primer semestre se podría ser muy positiva con un fuerte incremento de la actividad en todas sus líneas de negocio. Lo más probable es que el grupo vuelva a confirmar sus objetivos para el conjunto del ejercicio con el Ebitda creciendo a un ritmo de doble dígito.
La expansión de su actividad comercial durante el primer trimestre; impulsada por su negocio de construcción en los países donde está presente y por la buena marcha de su negocio de agua con importantes proyectos en Oriente Medio, sin quitarle mérito al negocio de Concesiones y Energía; ha llevado su cartera de pedidos hasta cerca de sus máximos históricos.
Una cartera muy diversificada, en tono a los 21.500 millones de euros, con aproximadamente un 80 % de peso internacional, que descendió ligeramente en el último trimestre por la entrega de importantes proyectos, pero que no tardará en recuperarse.
No es de extrañar que pese a la caída del 19 % en el acumulado del año, hasta los 141 euros, el consenso del mercado sigue mostrándose optimista con una valoración por encima de los 200 euros. Este mismo mes de julio, Barclays emitía un informe con un precio objetivo de 222 euros que implica una subida potencial del orden del 60 %. Más moderado se muestran los analistas de RBC que ven a la compañía en torno a los 165 euros, lo cual supone una subida cercana al 20 %.