No hubo ningún anuncio de política, al menos novedosa, para la próxima legislatura. Mucho más de lo mismo. Si ganan, habrá más de lo mismo, pero taza y media. Resultó como si hubieran consensuado en Moncloa el fondo de sus intervenciones, para defender la gestión de su Gobierno de coalición y para atacar los pactos alcanzado por VOX y el Partido Popular en ayuntamientos y Comunidades Autónomas, tras las elecciones del 28M.
El debate, al que ha excusado su presencia el líder popular, que había pedido para acudir él que asistieran también representantes del PNV, ERC y Bildu, por sus alianzas parlamentarias con el Gobierno, ha transcurrido sin apenas interrupciones entre los participantes. La complicidad entre el presidente del Gobierno y su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha resultado empalagosa. En especial por parte del presidente del Gobierno.
Y lo ha sido en los tres bloques en los que se ha dividido el debate, situación económica, políticas sociales, educación e igualdad, y pactos postelectorales, en los que el presidente del Gobierno ha apelado a Yolanda Díaz para que apoyara sus argumentos o ha utilizado preguntas retóricas, de las que no esperaban respuesta, como “verdad, ¿Yolanda?”.
Yolanda fue la que más recordó a Feijóo
De igual manera ha actuado Yolanda Díaz a la hora de acusar a Abascal de que si por ellos fuera “hubieran arruinado a los trabajadores. No han votado a favor de ningún ERTE…como dice Pedro Sánchez”. Ambos han salido al unísono a afear a Abascal que dijera que Bildu apoyó la reforma laboral cuando votaron en contra.
Aunque es cierto que Yolanda Díaz ha querido marcar la diferencia con la posición del presidente del Gobierno y aspirante socialista, lo ha hecho de forma muy moderada. Justo al principio del debate, tras criticar las propuestas económicas de la derecha, sobre todo la de bajar impuestos, ha añadido, en alusión al PSOE, que hay una segunda propuesta “que es la de conformarse con lo que tenemos”. “Nosotras, en alusión a SUMAR, queremos más” ha concluido Yolanda Díaz.
También en alguna otra ocasión Díaz ha querido diferenciarse del Pedro Sánchez, pero ambos han vuelto de nuevo a actuar de forma conjunta y a defender su política de defensa de las mujeres, cuando Abascal ha recordado el fiasco de la ley del sí es sí, para recordar los más de mil de condenados por violencia machista que han visto rebajadas sus penas debido justamente a esta Ley. El presidente ha reiterado, pese a los datos de rebajas de penas y excarcelaciones de condenados debido a la Ley, que la Ley es una buena ley.
Pese a la ausencia de Feijóo, el líder del Partido Popular, ha estado presente en los tres apartados del debate, por el empeño, sobre todo de Pedro Sánchez, de identificar a VOX y al Partido Popular como una sola cosa, aunque quien ha dicho que ambos partidos tienen un mismo programa ha sido Yolanda Díaz. Y pese a su ausencia Feijóo puede haber resultado el ganador del debate ante la pobreza de los argumentos de los asistentes.
En su intento por tener ofrecer un perfil distinto en algún momento, ha sido también la líder de Sumar quien ha vuelto a pedir que Feijóo de explicaciones de su amistad con el narcotraficante Marcial Dorado Baúlde. Pedro Sánchez, en cambio, quería hacerle daño insistiendo en explicar que Feijóo no había acudido al debate para no fotografiarse junto a Santiago Abascal.
Quienes esperaban que Pedro Sánchez hiciera el gran anuncio de su campaña esta noche han visto frustradas sus expectativas. Ha mantenido una actitud menos agresiva que durante el cara a cara con Núñez Feijóo, pero no ha destacado por nada significativo en sus intervenciones.
Incluso ha dado nuevos argumentos a quienes consideran que cuenta con un escaso bagaje intelectual y capacidad de improvisación. Que acude a los debates con todo redactado desde Moncloa: intervención inicial, réplica y dúplica. Sin papeles no sabe qué decir. Así, durante el tiempo del minuto de oro de su intervención final ha sido el único de los tres que no se ha dirigido de forma constante y directa a la cámara y ha tenido que mirar y leer de los papeles que traía preparados. La noche no ha dado para mucho más.